La crisis política en el Congreso de Querétaro subió de tono. Diputados locales, federales y senadores de Morena irrumpieron en el recinto legislativo para exigir el reconocimiento de la nueva Mesa Directiva encabezada por Georgina Guzmán, respaldada —afirman— por el voto de la mayoría.
Con un moño negro colocado en la entrada del Congreso, el movimiento acusó “parálisis legislativa” y un intento de desconocer lo que calificaron como un proceso legal y legítimo.
📌 Morena defiende la legalidad de su sesión
El coordinador de Morena, Edgar Inzunza, recordó que el 1 de octubre se reanudó la sesión con 13 de 25 legisladores, el quórum requerido por la Ley Orgánica reformada por el PAN en legislaturas pasadas. Según Morena, los resultados favorecieron a Gina Guzmán, y el órgano legislativo debe ser reconocido por los poderes Ejecutivo y Judicial.
“Con una mesa directiva legal y además legítima, seguiremos trabajando con honestidad y justicia hacia el pueblo de Querétaro, no con autoritarismo, sino con convicción democrática”, afirmó Inzunza.
⚠️ “No nos vamos a doblar”
El secretario general de Morena, Alejandro Pérez Ibarra, aseguró que no tolerarán “amedrentamientos” ni “persecución mediática” contra la diputada Guzmán. Subrayó que Morena y aliados tienen 13 diputados de oposición, mayoría que consideran suficiente para liderar la LXI Legislatura.
“No vamos a tolerar ningún tipo de amedrentación ni persecución. La ciudadanía nos dio 10 de 15 distritos en 2024, y eso debe respetarse”, advirtió.
🔴 Congreso bajo tensión
Con la colocación del moño negro y el señalamiento de que la legislatura está “paralizada”, Morena lanzó un mensaje directo: la nueva Mesa Directiva existe y debe reconocerse.
Mientras tanto, persiste la incertidumbre sobre la sesión programada para el 14 de octubre, donde Acción Nacional y aliados buscan recuperar el control político del Congreso.