👊🔥 Lo que comenzó como una jornada común sobre la avenida Zaragoza terminó convirtiéndose en un escándalo público entre operadores del transporte en Querétaro, dejando atónitos a pasajeros y transeúntes que fueron testigos de una pelea campal en plena calle.
📍 El lugar de los hechos
La trifulca ocurrió frente al Hospital General Regional No. 1 del IMSS, sobre una de las arterias más transitadas de la capital queretana: la avenida Zaragoza. Testigos captaron el momento exacto en el que dos operadores de Qrobús —entre ellos un inspector de la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ) y un chofer de la ruta C68— descendieron de sus unidades para liarse a golpes sin importar la presencia de usuarios o vehículos en circulación.
📹 El video que lo encendió todo
Como era de esperarse, el momento fue grabado en video por ciudadanos, quienes difundieron las imágenes rápidamente en redes sociales. En ellas se observa a ambos involucrados intercambiando insultos y puñetazos, incluso sobre la ciclovía y la banqueta, sin que nadie interviniera de inmediato.
⚠️ Pasajeros tuvieron que bajarse y cambiar de unidad, generando caos, desconcierto y una gran molestia entre los usuarios del servicio público.
🗣️ ¿La causa? Una “pelea por pasaje”
Según reportes preliminares, el altercado se originó por una disputa sobre la captación de pasajeros en la zona, un problema recurrente que pone de manifiesto las tensiones entre los distintos operadores del sistema Qrobús.
🚫 AMEQ: ¡Tolerancia cero!
La AMEQ no tardó en pronunciarse. En un comunicado oficial, anunció que:
“Se solicitó a las empresas concesionarias la baja inmediata de los operadores involucrados. Además, se ha iniciado un Procedimiento Administrativo de Sanción para deslindar responsabilidades.”
La agencia fue tajante: no tolerará actos de violencia que pongan en riesgo la integridad de los ciudadanos ni el funcionamiento del transporte público.
❗ La violencia en el transporte, ¿fuera de control?
Este caso se suma a otros incidentes recientes entre operadores de Qrobús, lo que ha generado preocupación creciente entre los usuarios y una urgente necesidad de reforzar la supervisión, el control y la profesionalización del servicio.