Querétaro, Qro., jueves 17 de julio de 2025. La ciudad apenas despertaba cuando el horror se hizo presente. Eran las primeras horas del día cuando el cruce de Calzada de Los Arcos y Bernardo Quintana se convirtió en el escenario de una tragedia imposible de ignorar. Dos vehículos, un Mazda gris y un Hyundai, se encontraron en un punto de no retorno. Un semáforo en rojo fue ignorado. Y el resultado fue devastador.
💥 El Mazda gris, presuntamente conducido por una mujer en estado de ebriedad, cruzó el semáforo sin frenar y embistió brutalmente a un Hyundai que circulaba con preferencia. El impacto fue tan violento que el auto afectado fue proyectado directamente contra una de las columnas de cantera del Acueducto, estrellándose y quedando completamente destrozado.
😰 En el asiento del copiloto viajaba una joven de tan solo 17 años, que quedó atrapada entre los fierros retorcidos del vehículo, con el cuerpo comprimido contra la piedra centenaria. Su acompañante, el conductor, sobrevivió con heridas graves. Ella no.
🔧 El infierno tras el choque
Las imágenes hablan por sí solas.
Una decena de elementos de Bomberos, Protección Civil, Cruz Roja y CRUM Querétaro trabajaron durante más de una hora con herramientas hidráulicas para liberar a las víctimas. Cortaron puertas, rompieron estructuras, apartaron escombros… todo en una carrera contra el tiempo. Pero la vida de la joven ya se había ido.
👩⚖️ La conductora del Mazda fue asegurada de inmediato por elementos de la Policía Municipal, y puesta a disposición de la Fiscalía General del Estado por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio culposo y lesiones. Se presume que manejaba bajo los efectos del alcohol, aunque eso será confirmado oficialmente en las próximas horas.
🧱 El Hyundai quedó incrustado entre los bloques del acueducto. El Mazda, con el frente destruido. Ambos vehículos son testigos de una historia que jamás debió ocurrir.
🚧 Desvíos, caos y miedo en la ciudad
Durante varias horas, la zona quedó acordonada.
El tráfico fue desviado, mientras peritos trabajaban en el levantamiento de indicios. El cuerpo de la joven fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO). Las redes sociales estallaron. Las lágrimas corrieron. La pregunta sigue en el aire:
¿Cuántas muertes más hacen falta para entender que manejar ebrio es igual que disparar un arma?