Nueva Esparta, Venezuela — 3 de abril de 2025.
Una escena digna de una película de terror sacudió a los vecinos de la Urbanización Villa Rosa, en el municipio García del estado Nueva Esparta, luego de que se descubriera que un joven de 19 años almacenaba en su habitación los restos óseos de al menos cinco personas.
‼️ La macabra revelación se produjo después de que habitantes de la zona observaron al joven cargando huesos humanos en plena vía pública, hecho que provocó alarma generalizada y llevó a los vecinos a alertar a las autoridades.
🧠 Diagnóstico de esquizofrenia y tumbas profanadas
El joven, identificado como Toribio Vásquez Marcano, fue detenido tras una intervención de la Policía del Estado Nueva Esparta. Según su padre, el muchacho padece esquizofrenia y ya había mostrado conductas extrañas previamente, aunque nadie imaginó el horror que guardaba en su cuarto.
⚠️ Cuando los agentes ingresaron a la vivienda, hallaron cinco cráneos humanos completos, acompañados de múltiples restos óseos. Algunos cráneos incluso tenían diademas o adornos florales, lo que hace suponer que fueron extraídos de tumbas con fines rituales o personales.
🕵️♂️ Investigan profanación de tumbas en cementerio cercano
Las autoridades sospechan que los restos fueron sustraídos de un panteón cercano, aunque aún no se ha confirmado con precisión de qué cementerio fueron profanadas las tumbas.
La Fiscalía 10° del Ministerio Público ya tomó cartas en el asunto y ordenó un examen psiquiátrico especializado para el joven, además del aseguramiento de los restos y la escena del hallazgo.
🔍 Agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y del Ministerio del Poder Popular para la Salud se hicieron presentes para continuar con las investigaciones.
😰 ¿Hasta dónde puede llegar el abandono de la salud mental?
La madre del detenido también confirmó el diagnóstico clínico de su hijo. El caso ha encendido las alarmas sobre la falta de atención y seguimiento a jóvenes con trastornos mentales, especialmente cuando viven sin supervisión o bajo condiciones vulnerables.
Este episodio no solo ha provocado miedo, sino también un profundo debate social: ¿estamos protegiendo lo suficiente a quienes tienen padecimientos mentales? ¿Qué pasa con las familias que no cuentan con apoyo institucional?