Apulco, Zacatecas.  Israel Ramírez Iñiguez, recién nombrado alcalde de Apulco, Zacatecas, ha generado una intensa polémica tras la circulación de fotografías en redes sociales donde aparece portando armas y vistiendo un uniforme con las siglas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Ramírez Iñiguez asumió el cargo el pasado 2 de noviembre, luego de que el Congreso de Zacatecas retirara el fuero a su antecesor, Mauro Yuriel “N”, quien es investigado por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGE) por intento de homicidio y asociación delictuosa.

La llegada de Ramírez Iñiguez al cargo fue confirmada en una sesión de cabildo del Ayuntamiento de Apulco, sin presencia de medios y sin evidencias visuales del evento. Sin embargo, la sesión fue reconocida públicamente por el secretario de Gobierno de Zacatecas, Rodrigo Reyes Mugüerza, quien señaló en una conferencia de la Mesa Estatal de Construcción de Paz y Seguridad que la toma de funciones del nuevo alcalde fue notificada formalmente por la Legislatura estatal.

Antes de asumir el cargo, Ramírez Iñiguez compartió en redes sociales imágenes en las que aparecía con armas largas y uniformes tácticos del CJNG. Según medios locales, las fotos y videos fueron extraídos de sus perfiles de Instagram, en los que utilizaba los nombres de usuario *israelramirez* y *jauregui4983*, esta última también asociada al exalcalde de Apulco. Entre sus publicaciones, también se destacan videos y fotos relacionados con narcocorridos, particularmente aquellos de artistas como El Juanca de Legado CLR y Los de la Nueva Era.

Previo a su designación oficial, Ramírez Iñiguez desactivó sus cuentas en redes sociales, en un intento por reducir su presencia pública en medios digitales.

Por su parte, el exalcalde Mauro Yuriel, quien asumió el cargo el 15 de septiembre, fue desaforado el 31 de octubre con 28 votos a favor en el Congreso estatal, permitiendo a la FGE avanzar en las investigaciones en su contra. Durante la última campaña electoral, Yuriel fue vinculado en presuntas llamadas telefónicas con Gerardo González Ramírez, alias “El Gera”, un supuesto líder regional del CJNG, en las que presionaban a un policía local para colaborar con actividades ilegales, incluso amenazando la seguridad de su familia, que había sido secuestrada como método de coacción.

Este episodio ha profundizado la preocupación sobre la presunta influencia del crimen organizado en las instituciones locales de Zacatecas, llevando a autoridades y a la ciudadanía a cuestionar la seguridad y transparencia en la administración pública de la región.

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