En un impactante giro de eventos que sacude a la comunidad de El Salto, Jalisco, miembros de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas han realizado un descubrimiento que pone de manifiesto la grave situación de inseguridad y violencia que afecta a México. En una finca abandonada, se encontraron 30 bolsas con osamentas y cadáveres, además de dos hornos utilizados como crematorios clandestinos, revelando así un panorama desolador de la lucha contra la desaparición forzada de personas.
Los integrantes de “Guerreros Buscadores de Jalisco” y “Entre Cielo y Tierra Desaparecidos de Jalisco” reportaron el hallazgo en un terreno situado en el centro de El Salto, especificando que durante su inspección descubrieron dos hornos artesanales. Uno de estos hornos, alarmantemente aún caliente, contenía restos humanos (huesos y porciones de carne y piel) tanto dentro como en sus inmediaciones. El predio, ubicado en las calles Penitas y La Piedrera de la colonia La Piedrera, también albergaba fosas clandestinas repletas de osamentas humanas, así como solventes y tambos, aumentando la gravedad del descubrimiento.
Indira Navarro, líder de Guerreros Buscadores de Jalisco, compartió detalles sobre el escalofriante hallazgo de los crematorios clandestinos y las bolsas de restos humanos. Según su relato, el equipo fue alertado sobre la posible existencia del cementerio clandestino ese mismo domingo y decidieron investigar el lugar impulsados por una corazonada. A su llegada, encontraron la finca abierta y abandonada, y tras una exploración más profunda del terreno, descubrieron al menos 7 fosas clandestinas, junto con indicios de la utilización de ácido industrial para disolver cuerpos.
La Fiscalía de Jalisco ya ha sido informada sobre este macabro descubrimiento, aunque hasta el momento no ha emitido declaraciones oficiales. Las autoridades se presentaron en el lugar para asegurar el inmueble, destacando la magnitud del hallazgo como uno de los más significativos en el territorio jalisciense hasta la fecha.
Este descubrimiento no solo ha consternado a los miembros de los colectivos de búsqueda, sino que también ha impactado profundamente a la sociedad mexicana, recordándonos la urgencia y la importancia de continuar las investigaciones y las denuncias anónimas que puedan llevar a la localización de más fosas clandestinas. En un llamado a la acción, los buscadores instan a la población a mantenerse firme en la búsqueda de los desaparecidos, en un esfuerzo conjunto para enfrentar y mitigar la violencia que asola al país.