En una votación que culminó con 29 votos a favor, Gisela Sánchez Díaz fue elegida como la nueva presidenta de Morena en Querétaro.
Su gestión al frente del partido será de nueve meses, en espera de la renovación de la dirigencia estatal. Conocida por su cercanía al diputado federal Gilberto Herrera, Sánchez Díaz se convierte en una figura clave para consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación en el estado.
Esta elección responde a un acuerdo nacional en Morena que prohíbe a sus liderazgos locales mantener dos cargos al mismo tiempo. Así, Rufina Benítez, diputada federal y hasta ahora presidenta estatal del partido, ha dejado el cargo de dirigencia para cumplir con esta normativa.
En su primer mensaje como presidenta, Sánchez Díaz destacó su compromiso con la unidad y el fortalecimiento de Morena en Querétaro. Entre sus prioridades se encuentran el crecimiento de la base de militantes y la formalización de la credencialización de los mismos, en un esfuerzo por consolidar el movimiento en todo el estado.
“Todas quedamos de acuerdo en seguir en unidad, trabajando juntas; es la única manera de salir adelante. Querétaro ya habló en las elecciones, quiere la 4T. Obtuvimos la mayoría en el Congreso y debemos seguir ampliando y fortaleciendo este movimiento”, afirmó.
Mirando hacia el futuro de la 4T en Querétaro
Con la vista puesta en 2027, año en que Morena planea consolidarse como la opción política predominante en el estado, Sánchez Díaz enfatizó que trabajará para impulsar cambios que reflejen los valores de la Cuarta Transformación. Bajo su liderazgo, Morena en Querétaro buscará establecer un movimiento más robusto y preparado para ser la opción de cambio en los próximos comicios.