Por la seguridad nacional y personal, alejarse del campo de batalla podría ser la mejor estrategia para quienes lideran la lucha contra la violencia en México.
Querétaro, Qro., 20 de diciembre de 2024.- El asesinato del agente especial Halexy Guadalupe Velderrain en Culiacán, Sinaloa, ha generado una reflexión sobre los riesgos que enfrentan los principales actores de la estrategia de seguridad en el país, incluyendo al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y la presidenta Claudia Sheinbaum.
Tal como lo destacó Sergio Sarmiento en su columna “Matar a un agente” en Reforma, Harfuch es reconocido como un policía de carrera que ha enfrentado la violencia cara a cara, pero el riesgo que conlleva estar en el centro de operaciones podría ser innecesario y contraproducente. Asegurar la integridad de quienes lideran la batalla contra el crimen podría ser tan crucial como las estrategias mismas.
Stieg Larsson, en su novela Los hombres que no amaban a las mujeres, dejó una enseñanza que cobra relevancia:
«Por muy buenas armas que tenga el enemigo, si no te ve, no te podrá dar. A cubierto, a cubierto, a cubierto.»
Este principio aplica no solo a las operaciones de campo, sino también al liderazgo estratégico. Harfuch, como operador clave de la estrategia de seguridad nacional, y Sheinbaum, al frente del Ejecutivo, deben mantenerse alejados de las situaciones más riesgosas para garantizar la continuidad y éxito de sus misiones.
El contexto en Sinaloa
La decisión de realizar una reunión del gabinete de seguridad en Mazatlán, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, podría ser interpretada como un mensaje de firmeza ante la violencia en Sinaloa. Sin embargo, tanto Sheinbaum como Harfuch deben balancear el simbolismo político con la seguridad personal.
La presencia en zonas de conflicto puede tener un impacto positivo en la moral de los equipos en campo, pero el costo podría ser demasiado alto si se compromete la seguridad de las figuras que lideran el esfuerzo nacional contra el crimen organizado.
Homologar encuestas: un debate técnico y político
En otro frente, el manejo de la percepción pública sobre la aprobación de Claudia Sheinbaum también ha sido tema de debate. Diversas encuestas han mostrado cifras ligeramente diferentes, generando cuestionamientos sobre la metodología utilizada.
La más reciente encuesta de Enkoll, publicada por El País, señala una aprobación del 76% para la presidenta Sheinbaum. Por otro lado, el tracking diario de ClaudiaMetrics, elaborado por MetricsMx, reporta una aprobación de 74.3%. Sin embargo, al realizar un ajuste metodológico para homologar ambas encuestas, los resultados cambian:
- Enkoll (El País): 78.4% aprobación tras el ajuste.
- ClaudiaMetrics: 79.7% aprobación tras el ajuste.
Estos resultados no solo evidencian la necesidad de claridad metodológica en las encuestas, sino también cómo la percepción pública es una herramienta clave en la estrategia política.
El liderazgo bajo fuego: un llamado a la estrategia a distancia
Tanto en la lucha contra la violencia como en la construcción de imagen pública, Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch enfrentan desafíos que demandan cautela y precisión. Alejarse de los riesgos innecesarios, tanto físicos como políticos, podría ser la clave para garantizar no solo su seguridad, sino también el éxito de sus proyectos.
Como lo expresó Sarmiento: “El éxito depende de que no arriesguen de más.”