En un trágico incidente ocurrido el 12 de diciembre en Sinaloa, un hombre de 30 años, identificado como Jahir «N», sufrió la pérdida de un ojo y una fractura en el cráneo debido a la explosión de un cohete conocido como «Garra de Tigre». El suceso tuvo lugar en la sindicatura de Villa de Ahome, donde la víctima se encontraba manipulando pirotecnia, a pesar de los riesgos asociados.
Según los primeros informes, Jahir «N» estaba jugando con los artefactos pirotécnicos cuando, debido a una maniobra errónea, el cohete explotó en su mano. La onda expansiva afectó su rostro y cabeza, provocándole la pérdida de uno de sus ojos, además de lesiones severas en su mano derecha y la cabeza. El hombre fue rápidamente canalizado hacia una unidad médica, siendo trasladado al Hospital Número 49 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Los Mochis.
El personal médico informó que el estado de salud de la víctima es delicado, y se espera que requiera más intervenciones y atención médica debido a la gravedad de las lesiones. Las autoridades municipales de Ahome están recopilando información para determinar dónde Jahir «N» adquirió la pirotecnia, ya que su venta está prohibida por el alto riesgo que conlleva.
Este accidente se suma a otros incidentes relacionados con pirotecnia, como la explosión ocurrida en Guerrero el mismo día, en la que al menos 30 personas resultaron heridas, entre ellas un niño que sufrió la amputación de un pie y una menor con quemaduras graves.
De acuerdo con datos de la Coordinación Nacional de Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), entre 2003 y 2021 se registraron 469 muertes y 2,065 personas lesionadas a causa de explosiones con pirotecnia. Los estados con mayores incidencias son el Estado de México, Puebla, Guanajuato, Jalisco y la Ciudad de México, lo que resalta la urgente necesidad de regular y controlar el uso de estos artefactos para prevenir tragedias como la ocurrida en Sinaloa.
