En un hecho alarmante, un grupo de hombres irrumpió de manera violenta en el anexo femenil «Cipacor A.C.» ubicado en San Pedrito Peñuelas, Querétaro, la madrugada del pasado miércoles 4 de septiembre, llevándose a seis jóvenes que se encontraban en proceso de rehabilitación por adicciones, así como a la encargada del lugar. Además, los agresores sustrajeron documentos confidenciales y aproximadamente 20 mil pesos en efectivo, generando una situación de caos e incertidumbre tanto para el personal del centro como para las familias de las internas.
Un ataque planificado
Los primeros indicios señalan que los atacantes habrían contado con ayuda desde el interior del anexo, lo que facilitó la ejecución del operativo. Según Leslie Mujica, una de las internas que se encontraba en el lugar, la madrugada del ataque se percató de la desaparición de sus compañeras al despertar y no encontrarlas en sus dormitorios. Inmediatamente alertó a las encargadas, quienes al inspeccionar el anexo notaron que había una escalera apoyada en una malla rota, sugiriendo que los responsables habían entrado por allí.
«Nos dimos cuenta de que algo estaba muy mal cuando vimos la escalera. La encargada no escuchó nada, y eso nos preocupó aún más. No podíamos creer que se las hubieran llevado sin hacer ruido», declaró Leslie, visiblemente conmocionada.
La situación se complica
Mientras se realizaban esfuerzos por localizar a las jóvenes desaparecidas, un nuevo grupo de hombres llegó al anexo para llevarse a la recepcionista y varios documentos importantes. «La directora tuvo que salir a denunciar, pero fue entonces cuando llegaron más hombres, preguntaron por una tal Brenda y se llevaron documentos personales y dinero. Fue todo muy rápido, no supimos cómo reaccionar», relató Leslie.
La gravedad de los hechos aumentó cuando se reveló que entre las internas sustraídas había menores de edad, lo que ha generado una profunda preocupación en las familias de las víctimas y en las autoridades. Los documentos robados incluían expedientes clínicos y personales de las internas, además de consentimientos y registros de pago, lo que pone en riesgo la privacidad y seguridad de las jóvenes.
Una trama aún más oscura
Una de las líneas de investigación apunta a la implicación de Emmanuel «B», presunto padrino de otro centro de rehabilitación varonil. Testigos afirman que Emmanuel llegó al anexo bajo el influjo de sustancias, acompañado por un grupo numeroso de internos varones, lo que intimidó al personal y a las pocas internas que quedaron en el lugar. Leslie destacó el miedo que sintieron al ser confrontadas por estos hombres: «Nos dio mucho miedo. No somos señoras, pero somos mujeres y ellos venían drogados y agresivos. Temíamos por nuestras vidas.»
¿Complicidad interna?
Una de las acusaciones más preocupantes es que una de las encargadas del anexo mantenía contacto con el padrino del centro varonil, lo que podría explicar cómo los hombres sabían con precisión a quiénes buscar y qué documentos llevarse. «Es muy extraño cómo llegaron directamente a por Brenda y sabían exactamente qué tomar», comentó Leslie.
Las autoridades locales ya se encuentran investigando este posible vínculo interno, y no se descarta que haya más personas involucradas en el caso.
La respuesta de las autoridades
Ante estos hechos, la directora del anexo acudió de inmediato a la Fiscalía General de Querétaro para presentar una denuncia formal por la desaparición de las jovencitas, el robo de documentos y dinero, así como por allanamiento de morada. El caso está siendo investigado con prioridad debido a la implicación de menores de edad y el riesgo que corre la vida de las internas.
La Fiscalía ha emitido un llamado urgente a la ciudadanía para aportar cualquier información que pueda ayudar a localizar a Emmanuel «B» y a las seis jóvenes desaparecidas.
Reflexión sobre la vulnerabilidad
Este lamentable suceso pone de manifiesto la vulnerabilidad de las instalaciones dedicadas a la rehabilitación de adicciones y la falta de seguridad en muchos de estos espacios. La confianza depositada en los encargados y personal de estos centros queda cuestionada, mientras las familias exigen respuestas claras y acciones inmediatas para la búsqueda de sus hijas.
Las autoridades han prometido un seguimiento exhaustivo del caso, pero la comunidad de San Pedrito Peñuelas se mantiene en vilo, esperando con angustia el regreso de las jóvenes desaparecidas y exigiendo justicia para quienes fueron víctimas de este violento ataque.
Por ahora, el centro de rehabilitación «Cipacor A.C.» ha cerrado sus puertas temporalmente, mientras que las internas restantes fueron trasladadas a un lugar seguro, lejos de cualquier posible represalia o nuevo ataque.
Poder Ciudadano estará al pendiente de los avances en esta investigación y continuará informando sobre el desarrollo de este trágico caso que ha conmocionado a la comunidad de Querétaro.