La obesidad y el sobrepeso entre la población estudiantil de México han alcanzado niveles alarmantes, afectando a más de 16 millones de estudiantes en todo el país. Esta situación ha encendido las alarmas en las instancias de salud a nivel nacional, ya que el problema no solo se limita a los estudiantes de nivel básico, sino que se extiende en todos los niveles educativos.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020-2023, 5.7 millones de estudiantes entre 5 y 11 años padecen obesidad, mientras que en el grupo de edad de 12 a 19 años, el número asciende a 10.4 millones.

Ante esta preocupante realidad, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha decidido implementar un nuevo plan con el objetivo de mejorar la alimentación de los estudiantes en las escuelas. Entre las medidas más destacadas está la prohibición de la venta de alimentos chatarra tanto dentro como fuera de los planteles educativos, además de promover hábitos alimenticios saludables.

Este proyecto busca combatir el aumento de la obesidad infantil y juvenil, un problema que representa serios riesgos para la salud de las nuevas generaciones en México, como la propensión a desarrollar enfermedades crónicas a una edad temprana.

La SEP espera que, con la colaboración de padres, maestros y autoridades educativas, se logre revertir esta situación y fomentar estilos de vida más saludables entre los estudiantes.

Para más información, se puede consultar el artículo original publicado por la *Agencia Quadratín* en su sitio web oficial.

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