En una sesión plenaria marcada por la controversia, el Senado de la República aprobó esta mañana la prohibición del uso de vapeadores y la lucha contra el uso ilícito de fentanilo, con 110 votos a favor y 5 en contra, estos últimos provenientes de la bancada de Movimiento Ciudadano. La medida ha generado opiniones divididas entre los legisladores, destacando tanto los aspectos de salud pública como la controversia por la equiparación de los vapeadores con el uso de drogas sintéticas como el fentanilo.
La iniciativa fue defendida por el senador de Morena, Enrique Inzunza, quien destacó la urgencia de abordar las problemáticas de salud pública y seguridad relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos y sustancias tóxicas. «La proliferación de dispositivos como los vapeadores y el aumento del consumo de sustancias como el fentanilo han generado no solo una crisis de salud, sino también una crisis de seguridad pública», afirmó Inzunza, subrayando que la salud es un derecho fundamental que el Estado debe garantizar.
Por otro lado, la polémica intervención del senador panista Ricardo Anaya generó revuelo en el Senado, al señalar que muchos de los parlamentarios que votaban a favor de la prohibición de los vapeadores eran usuarios frecuentes de estos dispositivos. En un tono irónico, Anaya expresó: «El pleno está atascado de vapeadores y los que lo usan se van a ocultar en el baño», sugiriendo que algunos senadores no estaban dispuestos a renunciar a sus hábitos personales, a pesar de las medidas que promovían.
La postura de Movimiento Ciudadano
Por su parte, la senadora Alejandra Barrales, del partido Movimiento Ciudadano, criticó la reforma, argumentando que la propuesta criminaliza y penaliza el consumo de sustancias en lugar de abordar las causas del problema de manera integral. Según Barrales, la reforma busca modificar los artículos 4 y 5 de la Constitución para elevar a rango constitucional la prohibición de cigarrillos electrónicos y vapeadores, así como la producción, distribución y uso ilícito de sustancias como el fentanilo.
Barrales señaló la incongruencia de la reforma, afirmando que la medida equipara el daño del vapeo con el del consumo de drogas como el fentanilo, lo cual, según ella, es un «absurdo evidente». «Aunque reconocemos que el uso de vapeadores tiene un impacto en la salud, de ninguna manera se puede comparar con la devastadora afectación que genera el uso de fentanilo», aseguró.
Repercusiones para la salud y la seguridad
La nueva legislación se presenta como un esfuerzo integral para combatir la proliferación de dispositivos electrónicos nocivos y las drogas sintéticas que, según los legisladores, afectan especialmente a los adolescentes y a las generaciones más jóvenes. Con esta medida, el Senado busca fortalecer los mecanismos de prevención y control para frenar el uso indiscriminado de estos productos que, en algunos casos, terminan siendo la puerta de entrada a drogas más peligrosas.
Sin embargo, la legislación también ha generado preocupación sobre la efectividad de la penalización sin un enfoque más amplio que contemple la prevención y el tratamiento. Mientras algunos lo consideran un avance en la protección de la salud pública, otros cuestionan si la medida realmente aborda las causas subyacentes del abuso de estas sustancias.
La respuesta del gobierno y el futuro de la reforma
Este debate sigue abierto y se espera que en las próximas semanas el tema sea sometido a un análisis más profundo por parte de la sociedad y las autoridades. El gobierno ha expresado su compromiso en erradicar el consumo de fentanilo y otras drogas sintéticas, pero se enfrenta a un reto complejo, que no solo involucra prohibiciones, sino también la creación de políticas públicas enfocadas en la prevención y la rehabilitación.
Con esta nueva ley, el Senado de la República refuerza su postura frente a la creciente preocupación por el consumo de sustancias y los peligros derivados de las nuevas tecnologías. Sin embargo, la controversia persiste sobre si estas medidas realmente conseguirán los objetivos deseados o si, por el contrario, generarán más dificultades en el camino hacia una solución efectiva.