La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido un alarmante informe sobre la situación hídrica de las presas en el estado de Querétaro, revelando una preocupante disminución en sus niveles de almacenamiento. Actualmente, la capacidad promedio de agua en estas infraestructuras es apenas del 11 por ciento, una cifra que evidencia la severidad de la crisis de agua que enfrenta la región.
Desde principios de marzo hasta la fecha, cuatro presas -La Llave, La Venta, Jesús María y San Rafael- han agotado completamente sus reservas de agua. Estas presas se encuentran estratégicamente ubicadas en los municipios de Pedro Escobedo, San Juan del Río, El Marqués y Huimilpan, respectivamente, lo que subraya la extensión del problema a lo largo de diversas áreas clave del estado.
Además, otras cinco presas están al borde de la funcionalidad con niveles de almacenamiento alarmantemente bajos, fluctuando entre el 10.4 y el 1.9 por ciento. Estas incluyen El Batán, San Ildefonso, El Coto, Constitución de 1917 y Centenario, ubicadas en Corregidora, Amealco, San Juan del Rio (El Coto y Constitución de 1917) y Tequisquiapan, respectivamente.
Esta situación crítica no solo representa un desafío para el abastecimiento de agua a la población y para las actividades agrícolas del estado, sino que también pone en riesgo la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región. La persistencia de esta sequía podría tener consecuencias irreversibles para muchos sectores, subrayando la urgencia de implementar medidas de conservación del agua y políticas de gestión hídrica eficientes.
Las autoridades y los habitantes de Querétaro se enfrentan a un momento decisivo en la gestión del recurso hídrico, que requiere de acciones coordinadas y sostenibles para mitigar el impacto de esta sequía y garantizar el suministro de agua para el futuro inmediato y a largo plazo.