En Tolimán, un municipio gravemente afectado por la sequía de los últimos tres años, aproximadamente el 80% de sus habitantes padece una severa escasez de agua potable. La alcaldesa Guadalupe Alcántara ha tomado medidas urgentes en colaboración con la Comisión Estatal de Aguas (CEA) para mitigar la crisis que asola a esta región.

Para enfrentar esta adversidad, el gobierno municipal ha implementado un plan de distribución de agua mediante pipas, beneficiando a alrededor de 18 mil personas en las comunidades más golpeadas por la falta de este recurso esencial. La operación, que implica contratar de 5 a 6 pipas de agua cada dos o tres días, representa un esfuerzo financiero significativo para el municipio, con un gasto anual cercano a los 3 millones de pesos.

Alcántara subrayó la urgencia de estas acciones ante la persistente sequía que afecta principalmente a los municipios del semidesierto, incluyendo áreas con poblaciones indígenas que se encuentran entre las más vulnerables. Aunque reconoce que la distribución de agua por pipas es una solución temporal, la alcaldesa enfatiza la importancia de explorar y desarrollar fuentes sostenibles de agua que garanticen el suministro a largo plazo para todos los habitantes de Tolimán.

Esta situación pone de manifiesto la necesidad crítica de abordar el cambio climático y sus efectos, así como de implementar estrategias integrales y sostenibles para la gestión del agua en regiones susceptibles a la sequía, asegurando así el derecho humano básico al acceso al agua potable.

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