En un trágico suceso, Verónica Ayala Zambrana, de 33 años, perdió la vida cuando uno de los 94 paquetes de cocaína que llevaba en su estómago se rompió durante un viaje en autobús de Cochabamba a Santa Cruz, Bolivia.
La mujer, quien supuestamente recibiría poco menos de 3 mil pesos mexicanos por transportar la droga, comenzó a sentirse mal en el trayecto y, pese a la ayuda de su hermanastro de 18 años, falleció debido a una hemorragia interna causada por la sustancia.
Las autoridades revelaron que durante la autopsia encontraron 94 cápsulas de cocaína en su organismo. El joven confesó que él también había ingerido alrededor de 20 paquetes, y ahora permanece detenido en el Penal de Palmasola mientras se define su situación jurídica.
El caso ha puesto de relieve las condiciones de pobreza que algunas redes de narcotráfico explotan, utilizando a personas en situaciones desesperadas para el transporte de drogas.
El fiscal antidrogas de Santa Cruz, Ismael Palenque, explicó que la intoxicación causada por la ruptura de una de las cápsulas fue letal.
“Estos trágicos eventos revelan una cadena de explotación y pobreza”, expresó el fiscal, y agregó que la investigación sigue en curso para identificar y desmantelar la red de narcotráfico detrás de este caso.
Esta situación deja al descubierto cómo las redes de narcotráfico captan a personas en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles pagos bajos por peligrosos trabajos que ponen en riesgo sus vidas.
Las autoridades bolivianas han declarado que el caso es parte de una creciente problemática que debe ser atendida con urgencia para evitar que más personas caigan en estas redes.