El obispo Fidencio López Plaza, quien se encuentra al frente de la diócesis de Querétaro, tendrá que presentar su renuncia después de cumplir los 75 años, tal como lo estipula el procedimiento para los obispos y sacerdotes. El vocero de la diócesis, Martín Lara Becerril, explicó que este proceso es obligatorio y está establecido por la Santa Sede.
El obispo presentará formalmente su renuncia al Santo Papa a través de la nunciatura, y en tanto no se reciba una respuesta de aceptación, continuará con sus funciones normales. Lara Becerril precisó que no hay un plazo determinado para que la renuncia sea aceptada, y este proceso puede tardar desde un mes hasta varios años. «Mientras no se acepte la renuncia, el obispo sigue en funciones normales, tanto en el servicio pastoral como en la conducción de la diócesis», explicó.
Una vez que la Santa Sede acepte la renuncia, se declarará vacante el puesto y se comenzará la búsqueda de un sucesor. Sin embargo, el Papa es quien tiene la última palabra en la selección del nuevo obispo, y aunque el obispo saliente pueda ser consultado, la decisión final no depende de él.
Cabe recordar que López Plaza fue nombrado obispo de Querétaro el 20 de septiembre de 2020. A lo largo de los años, otros obispos como Mario de Gasperin también han presentado su renuncia, mientras que Faustino Armendáriz fue trasladado a otra sede episcopal.
