En un operativo conjunto entre fuerzas federales y locales, “El Alfa 1”, líder de una peligrosa célula criminal, fue capturado en Querétaro tras ser identificado como el responsable del brutal ataque armado ocurrido el 9 de noviembre de 2024 en el bar “Los Cantaritos”, donde 10 personas perdieron la vida.
A pesar de la magnitud del crimen, “El Alfa 1” logró vivir libremente en la misma ciudad donde cometió el ataque, lo que ha levantado inquietudes sobre la impunidad con la que operan ciertos grupos criminales. Las investigaciones apuntan a que esta célula delictiva está vinculada con varios actos violentos, secuestros, y tráfico de drogas.
El arresto de “El Alfa 1” es un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado en Querétaro, pero también ha reabierto el debate sobre la seguridad en el estado. La célula criminal que encabezaba “El Alfa 1” ha estado operando en total impunidad, y su captura deja entrever la complejidad de los delitos que se están cometiendo.
La detención se produjo en la vivienda de “El Alfa 1”, en Querétaro, lo que sorprende aún más al tratarse de un líder criminal que, tras el ataque al bar, siguió viviendo en la misma comunidad sin ser capturado. Este hecho también ha provocado comparaciones con el caso del exfiscal de Querétaro, quien renunció en circunstancias misteriosas y se trasladó a España, lo que generó aún más cuestionamientos sobre el manejo de la seguridad en la región.
Las autoridades han afirmado que continuarán con las investigaciones para dar con más integrantes de la banda y llevarlos ante la justicia. Este es un paso importante en la lucha contra la violencia y el crimen organizado en Querétaro, aunque el camino hacia la seguridad total parece seguir siendo un desafío complejo.