Han pasado más de dos semanas desde que don Abel, un hombre trabajador, padre de familia y sostén de su hogar, fue atropellado brutalmente por un adolescente alcoholizado en la colonia Lomas de Casa Blanca. ¡Y el responsable sigue libre!
📅 El 7 de julio, testigos vieron cómo una camioneta conducida por jóvenes en presunto estado de ebriedad huía a exceso de velocidad, luego de provocar un accidente contra un taxi. El brutal impacto hizo que el taxi saliera proyectado y arrollara a Don Abel, quien cruzaba la calle como cualquier ciudadano.
A pesar de la llegada inmediata de paramédicos, nada pudo hacerse. Don Abel murió en el sitio. Y desde entonces, lo que ha seguido es aún más trágico: una familia hundida en la desesperación y una Fiscalía que promete, pero no actúa.
🎭 “El Chikilín”: identificado, localizado… ¡pero libre!
El presunto responsable, conocido como “El Chikilín”, no solo escapó del lugar con ayuda de un cómplice (que fue dejado en libertad por declarar como testigo), sino que huyó a San Juan del Río y después al estado de Oaxaca, según ha relatado la familia.
La Fiscalía del Estado afirma que ya lo tiene ubicado, pero no ha sido detenido. ¿Por qué? Esa es la pregunta que hoy clama en redes sociales, en las calles, y en los corazones de quienes exigen justicia.
“Era mi papá, el proveedor de nuestra familia, y lo mataron… ¡y no ha pasado nada!”, denunciaron sus hijos en un mensaje difundido con rabia y dolor.
😡 “¿Tenemos que hacer justicia por nuestra propia mano?”
La familia ha acudido a la Fiscalía, ha preguntado, ha suplicado. Pero todo queda en palabras.
“¿Acaso tenemos que hacer justicia por nuestras propias manos? Si en Querétaro no hay impunidad, ¿por qué mi papá ya no volvió a casa y los responsables siguen libres?”
🔥 La impunidad duele, la impunidad mata
Don Abel fue una víctima más de una tragedia anunciada: menores manejando alcoholizados, sin control, sin castigo. Hoy, su familia no solo carga con el duelo, sino también con la impotencia.
📍 En el cruce de avenida 14 y calle 15, ahí donde cayó Don Abel, debería haber justicia. Pero hoy solo hay silencio y evasivas.