La mañana de este viernes 20 de septiembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó su compromiso con la austeridad republicana, anunciando que durante el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo no será necesario implementar aumentos de impuestos ni realizar una reforma fiscal. Esta afirmación se basa en la continuidad del combate a la corrupción que ha caracterizado su administración.
López Obrador enfatizó que su gestión ha evitado el mal uso de los recursos públicos y ha eliminado los lujos para funcionarios, prácticas que eran comunes en administraciones anteriores. “Estoy a favor de no aumentar impuestos, porque el no permitir la corrupción y mantener una política de austeridad republicana es fundamental”, declaró.
El presidente explicó que, si se evitan los excesos en el gobierno y se destinan adecuadamente los recursos, no será necesario incrementar impuestos. Además, subrayó que la lucha contra la evasión fiscal y la prohibición de condonar impuestos a los más ricos son claves para mantener una economía saludable sin necesidad de reformar el sistema tributario.
López Obrador también hizo hincapié en que, en administraciones pasadas, como las de Carlos Salinas de Gortari en 1988 y Ernesto Zedillo en 1994, se llevaron a cabo ajustes fiscales que incluyeron aumentos en el IVA y otras reformas tributarias. Sin embargo, aseguró que la transición hacia el gobierno de Sheinbaum no requerirá medidas similares.
El mandatario concluyó recordando que su administración dejará “recursos suficientes” y que los ingresos del gobierno son adecuados, lo que permitirá a la próxima presidenta evitar aumentos de impuestos o la creación de nuevos gravámenes que puedan afectar a la población mexicana.