El final de la Vía Láctea es inevitable. Andrómeda, la galaxia más cercana, se dirige hacia ella con rumbo de colisión a 110 kilómetros por segundo, y así se verá en el cielo nocturno. Ubicada a 2.5 millones de años luz de la Tierra, Andrómeda es el objeto más lejano que puede captar el ojo humano. Durante una noche despejada y sin luna, es posible observarla como un resplandor tenue, producto del gas de los miles de millones de estrellas que habitan esta galaxia.

Un Choque Inevitable

A pesar de la aparentemente insalvable distancia entre Andrómeda y la Vía Láctea, ambas galaxias se atraen entre sí a una velocidad constante, lo que resultará en una fusión dentro de aproximadamente 4 mil millones de años, formando una nueva galaxia.

La Colisión Vista desde la Tierra

Según una animación realizada por el divulgador científico y astrónomo planetario James O’Donoghue, así se verá la colisión entre ambas galaxias:

1. 2 Mil Millones de Años: Andrómeda se aproxima a la Vía Láctea, convirtiéndose en el objeto más masivo del cielo nocturno.
2. 3.7 Mil Millones de Años: Andrómeda alcanza su tamaño máximo antes de comenzar a fusionarse con nuestra galaxia. El cielo se llenará con la formación de nuevas estrellas.
3. 4 Mil Millones de Años: Ambas galaxias pierden su forma característica. El centro luminoso de la Vía Láctea visible desde la Tierra comienza a deformarse.
4. 5 Mil Millones de Años: El núcleo de las dos galaxias se verá como un par de lóbulos brillantes. Comienza la fase final de su fusión, un proceso que se prolongará otros 2 mil millones de años, resultando en una enorme galaxia elíptica, a veces llamada Lactómeda.

Cambios en el Grupo Local

Los astrónomos creen que la mayoría de las estrellas y sistemas solares de ambas galaxias sobrevivirán a la fusión debido a la distancia que los separa. Sin embargo, el acontecimiento cambiará la estructura del Grupo Local, el vecindario cósmico de aproximadamente 30 galaxias cercanas al que pertenecemos.

Un Futuro Inhóspito para la Tierra

Aunque la animación y las imágenes de la NASA muestran el punto de vista terrestre con montañas que acompañan el cielo nocturno, para entonces la Tierra será un mar de lava. La vida en nuestro planeta habrá desaparecido debido al aumento de la luminosidad del Sol, que se convertirá en una gigante roja, devorando a todos los planetas interiores del Sistema Solar.

Esta visión del futuro cósmico nos recuerda la escala de los eventos astronómicos y el destino compartido de nuestra galaxia con su vecina más cercana.

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