Corea del Sur en estado de emergencia: Yoon Suk Yeol decreta ley marcial tras tensiones políticas

En una inesperada declaración televisada, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, impuso este martes la ley marcial de emergencia en todo el país, argumentando la necesidad de proteger el «orden constitucional» ante presuntas actividades antiestatales. Este movimiento sin precedentes en la historia reciente del país ha generado conmoción tanto a nivel nacional como internacional.

La declaración: «Una amenaza comunista»

En su discurso, Yoon señaló que las medidas fueron tomadas para salvaguardar a Corea del Sur de las «fuerzas comunistas de Corea del Norte» y eliminar «elementos antiestatales» que, según afirmó, tienen vínculos con el Partido Democrático (PD), el principal bloque opositor del país.

Police attempt to hold back people trying to enter the National Assembly in front of the main gate of the National Assembly in Seoul, South Korea on December 3, 2024, after President Yoon Suk Yeol declared emergency martial law. South Korea’s President Yoon Suk Yeol on December 3 declared emergency martial law, saying the step was necessary to protect the country from «communist forces» amid parliamentary wrangling over a budget bill. (Photo by JUNG YEON-JE / AFP)

El mandatario, perteneciente al conservador Partido del Poder Popular (PPP), justificó la ley marcial como una herramienta para preservar las libertades y la seguridad de los ciudadanos frente a lo que calificó como un intento de desestabilización. «Eliminaremos a las fuerzas antiestatales y restauraremos la normalidad lo más pronto posible», aseguró.

Reacciones inmediatas

El Partido Democrático, que domina la Asamblea Nacional, respondió enérgicamente. En una votación parlamentaria con 190 de los 300 legisladores presentes, se revocó el decreto de la ley marcial, lo que generó un enfrentamiento entre las autoridades y los miembros del parlamento.

Police stand guard in front of the main gate of the National Assembly in Seoul on December 3, 2024, after South Korea’s President Yoon Suk Yeol declared emergency martial law. South Korea President Yoon Suk Yeol on December 3 declared emergency martial law, saying the step was necessary to protect the country from «communist forces» amid parliamentary wrangling over a budget bill. (Photo by Jung Yeon-je / AFP)

Woo Won-sik, presidente de la Asamblea Nacional y miembro del Partido Democrático, calificó la medida como «inválida» y exigió su levantamiento inmediato. “El pueblo no debe preocuparse, estamos aquí para proteger la democracia”, declaró Woo.

Mientras tanto, soldados y vehículos militares se desplazaron hacia la Asamblea Nacional en Seúl para hacer cumplir el decreto. Imágenes transmitidas en vivo por cadenas locales y medios internacionales muestran enfrentamientos entre legisladores y fuerzas militares.

Un país en crisis

El decreto otorga al presidente amplios poderes, incluyendo la prohibición de actividades políticas, huelgas, manifestaciones y la difusión de «noticias falsas». Además, autoriza arrestos sin orden judicial y medidas de vigilancia generalizada, lo que ha encendido alarmas sobre posibles abusos de poder.

A video message from South Korean President Yoon Suk Yeol is shown during the opening of the Fifth session of UN Intergovernmental Negotiating Committee on Plastic Pollution (INC-5) in Busan on November 25, 2024. (Photo by ANTHONY WALLACE / AFP)

En las calles de Seúl, los ciudadanos se mostraron divididos. Algunos expresaron temor y buscaron refugio con sus familias, mientras que otros se manifestaron cerca de la Asamblea Nacional, exigiendo la dimisión del presidente Yoon.

Contexto político

Yoon Suk Yeol, quien asumió la presidencia en 2022, ha enfrentado una creciente oposición interna debido a escándalos, decisiones impopulares y tensiones constantes con el Partido Democrático. Este último aprobó recientemente mociones para destituir a altos funcionarios del Gobierno, lo que habría desencadenado la respuesta del mandatario.

Los críticos acusan a Yoon de usar la ley marcial como un intento de consolidar su poder ante la caída de su popularidad, que se encuentra en mínimos históricos.