Querétaro, Qro. Un escándalo laboral ha surgido en el corazón de la campaña electoral de Querétaro, poniendo en tela de juicio las prácticas laborales del candidato de Morena a la presidencia municipal, José María “Chema” Tapia. En un movimiento sorpresivo, más de cien trabajadores encargados de la distribución de propaganda para la campaña fueron despedidos sin previo aviso ni explicación alguna, dejando a un centenar de familias sin sustento.
Los afectados, que habían sido contratados con la promesa de un salario semanal de $4,200 por jornadas de trabajo de lunes a sábado de 7 AM a 9 PM, se enfrentaron a la realidad de no recibir los pagos acordados. Además, muchos reportaron horarios extendidos, saliendo frecuentemente a la medianoche o incluso a la 1 AM, en clara violación de las condiciones laborales inicialmente establecidas.
Este incidente plantea serias dudas sobre la integridad y las políticas laborales del candidato Chema Tapia. ¿Cómo puede alguien que aspira a liderar el municipio justificar tal explotación de sus propios trabajadores? El silencio de Tapia y su equipo frente a las denuncias ha generado indignación y descontento entre los jóvenes y la comunidad en general, quienes exigen transparencia y justicia.
La juventud queretana, motor de cambio y voz crítica en la sociedad, llama a la acción y a la difusión de estos hechos lamentables. “Si nosotros no levantamos la voz, como todos los años, seguirá siendo lo mismo,” expresó un joven afectado que prefirió mantenerse anónimo por miedo a represalias.
Este acontecimiento no solo afecta la imagen de la campaña de Tapia sino que también arroja una sombra sobre su capacidad para administrar y respetar los derechos de los trabajadores en un posible gobierno municipal. A medida que se acercan las elecciones, los ciudadanos de Querétaro están atentos y demandan respuestas claras y acciones concretas frente a esta crisis laboral.
¿Qué sigue para Chema Tapia?
Con el escándalo desatado, queda por ver cómo manejará el candidato esta crisis que amenaza con minar su credibilidad y sus aspiraciones políticas. La comunidad espera que este incidente sirva de catalizador para un compromiso más firme con las prácticas laborales éticas, tanto en campañas como en la administración pública.
