El Senado de la República ha aprobado una reforma que establece que el 1 de octubre, cada seis años, será un día de descanso obligatorio en todo el país. Esta medida se implementará para coincidir con el cambio de Gobierno Federal, que ocurre cada seis años en México.
Con esta decisión, el 1 de octubre se sumará al calendario de días de descanso oficiales, permitiendo a los ciudadanos tener un día libre para la transición gubernamental. La iniciativa fue presentada con el objetivo de facilitar la participación y el seguimiento de los procesos relacionados con la toma de posesión del nuevo presidente, así como para permitir que las actividades políticas y sociales se desarrollen con mayor fluidez durante ese día.
Este nuevo día de descanso aplicará tanto en el sector público como en el privado, en línea con los demás días de descanso obligatorios establecidos por la Ley Federal del Trabajo. La medida entrará en vigor a partir del próximo cambio de gobierno, y será una jornada en la que los trabajadores deberán recibir su salario íntegro, tal como sucede con otros días festivos.
Este cambio responde a la importancia histórica y política de la transición presidencial en México, buscando reconocer el papel fundamental que este evento tiene en la vida pública del país.