En una revelación impactante, se dio a conocer que el cuerpo de Francisca Mariner Flores Patrón, hija de María Dolores Patrón Pat, fundadora de la organización Madres Buscadoras de Quintana Roo, estuvo durante más de cuatro años en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Cancún, a tan solo 600 metros de las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE). La adolescente, quien había desaparecido en 2020, finalmente fue identificada en circunstancias desgarradoras.
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Una búsqueda incansable
María Dolores Patrón Pat lideró durante más de cuatro años una lucha constante por localizar a su hija, organizando marchas, bloqueos y plantones en lugares clave como la Fiscalía de Quintana Roo, el Ayuntamiento de Benito Juárez y la zona hotelera de Cancún. El dolor de no saber el paradero de Francisca impulsó la creación de Madres Buscadoras de Quintana Roo, una organización que ha dado voz a decenas de familias enfrentando situaciones similares.
“Hoy puedo decir que traje a mi hija de regreso a casa. No en las condiciones que esperaba, pero ya está con nosotros. Francisca estuvo cuatro años y medio en el Semefo, mientras yo la buscaba por todos lados. Es un dolor indescriptible”, expresó María Dolores en un emotivo mensaje.
Un caso marcado por la violencia de género
Francisca Mariner, de tan solo 17 años, era madre y enfrentaba un contexto de violencia en su relación. Su pareja, Ángel Conrado Salas, se convirtió en el primer hombre en Quintana Roo condenado a 50 años de prisión por el delito de desaparición forzada, después de ser hallado culpable en relación con la desaparición de la joven.
La madre de Francisca destacó la importancia de la solidaridad ciudadana en su búsqueda. “Agradezco a quienes mostraron empatía y entendieron la angustia de las madres que salen a buscar a sus hijos. Les pido que reflexionen: mañana podrían ser ustedes quienes estén en nuestros zapatos”, enfatizó.
Un llamado a la reflexión
El descubrimiento de los restos de Francisca en una instancia tan cercana a los lugares donde se realizaron manifestaciones subraya fallas significativas en los procedimientos de identificación y atención a víctimas en el estado. María Dolores hizo un llamado a las autoridades y la sociedad: “Cuando vean a una madre protestar, no las juzguen. Hoy somos nosotros, mañana podrían ser ustedes. Ahora Francisca tiene un lugar digno para descansar”.
La historia de María Dolores y Francisca se suma a las miles de voces que buscan justicia y un cambio en el manejo de los casos de desaparición en México. Este caso pone en evidencia la urgencia de mejorar los protocolos de búsqueda e identificación en el país.