Encuentran sin vida al pequeño Diego: salió a una posada navideña y nunca regresó

La comunidad de Caimalito, en el municipio de Pereira, Colombia, está de luto tras el trágico hallazgo del cuerpo sin vida de Diego Valencia Camayo, un niño de tan solo 11 años que desapareció el pasado 16 de diciembre. Diego había salido de su hogar para informarse sobre las celebraciones navideñas locales, pero nunca volvió. La búsqueda, que movilizó a vecinos y autoridades, culminó el 20 de diciembre con el hallazgo de su cuerpo en una zona boscosa.

Un misterio que conmociona a toda una comunidad

Según las primeras investigaciones, Diego habría muerto por asfixia mecánica, descartándose preliminarmente indicios de violencia sexual. Sin embargo, las autoridades aún no confirman esta versión y mantienen abiertas las indagatorias para esclarecer los detalles del caso y las causas exactas del fallecimiento. Hasta el momento, no se han realizado detenciones, aunque los vecinos y la familia creen que el principal sospechoso sería un hombre conocido por el menor.

Los últimos momentos de Diego

De acuerdo con declaraciones de Iván Valencia, padre de Diego, el niño salió de casa la tarde del 16 de diciembre para jugar con un amigo y preguntar sobre los festejos navideños. Al notar su tardanza, la familia intentó contactarlo por teléfono. Aunque lograron hablar brevemente con él, la llamada se cortó repentinamente y Diego no volvió a responder. «Él contestó y dijo que iba a jugar al campo con un amigo. Cuando le pregunté por qué se había ido sin permiso, la llamada se cortó y no supimos más de él», relató el padre.

Los esfuerzos por localizar al niño incluyeron la participación activa de los vecinos, quienes comentaron haberlo visto caminando de la mano con un hombre adulto. Las cámaras de seguridad de la zona captaron imágenes del menor en compañía de un individuo, lo que ha dado pie a la principal línea de investigación.

¿El agresor sería alguien cercano?

La hipótesis de que una persona cercana a Diego sea la responsable del crimen ha generado indignación entre los familiares y la comunidad. «Se ve a un hombre que se le acerca y lo toma del hombro. Ya al menos hay una imagen, pero estoy seguro de que pronto habrá captura», comentó un vecino de la familia.

La familia de Diego pide justicia y exige que las autoridades actúen con rapidez para detener al responsable de este cruel asesinato. «Esto no puede quedar impune. Era solo un niño que salió a jugar y a preguntar por la Navidad», expresó su madre entre lágrimas.

Una comunidad en duelo

El caso de Diego ha desatado una ola de indignación en la comunidad de Caimalito y en todo el municipio de Pereira. Organizaciones locales y vecinos han manifestado su apoyo a la familia, exigiendo justicia y pidiendo medidas para garantizar la seguridad de los menores en la región.

Mientras tanto, las autoridades colombianas han intensificado las investigaciones y se espera que en los próximos días se puedan dar avances significativos para esclarecer este atroz crimen y llevar al culpable ante la justicia.