La mañana de este viernes 30 de agosto, Rubén Rocha Moya, gobernador del Estado de Sinaloa, fue captado ingresando a Palacio Nacional para una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador. A su llegada, fue abordado por la prensa para que ofreciera declaraciones sobre los recientes hechos violentos en Culiacán. A pesar de los insistentes cuestionamientos sobre los reportes de vehículos incendiados y el despliegue del ejército en varios puntos de la capital sinaloense, el gobernador evitó hacer comentarios detallados.
Rocha Moya se limitó a asegurar que el estado de Sinaloa “está tranquilo” y describió el incidente como un enfrentamiento entre una patrulla del Ejército y una camioneta ocupada por hombres armados. “Ya no hay nada, está tranquilo Sinaloa,” afirmó el gobernador antes de ingresar a su reunión con el presidente.
Ante la pregunta de si había declarado ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, Rocha Moya respondió que aún no lo había hecho, pero que estaría dispuesto a colaborar si fuera necesario: “Cuando me llamen,” afirmó, antes de entrar a Palacio Nacional.
Los incidentes que provocaron la preocupación en Culiacán ocurrieron el jueves 29 de agosto, cuando la ciudad entró en estado de alerta debido a rumores sobre la captura de Iván Archivaldo Guzmán, hijo del conocido narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’. Ante la creciente tensión, la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa pidió calma a la ciudadanía y exhortó a evitar la difusión de información falsa.
Más tarde, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desmintió los rumores, aclarando que lo ocurrido fue un enfrentamiento entre civiles armados y tropas del ejército en la sindicatura de Jesús María, el mismo lugar donde Ovidio Guzmán López, alias ‘El Ratón’, fue capturado en enero de 2023.
A pesar de la tranquilidad asegurada por el gobernador, la situación en Culiacán sigue siendo objeto de atención y monitoreo por parte de las autoridades y la ciudadanía.