En un insólito acontecimiento en el municipio de Reynosa, Tamaulipas, un hombre fue dado por muerto luego de ser encontrado inmóvil y en silencio en la calle Turquesa. Los transeúntes y vecinos, asumiendo lo peor, no dudaron en comenzar a rendir homenajes póstumos, colocando veladoras alrededor de su cuerpo.
El incidente se desencadenó cuando los residentes locales observaron al hombre, cubierto con una manta y completamente inerte, lo que llevó a la convicción de que había fallecido. La comunidad, movida por el respeto y la solidaridad, no tardó en llamar al 911 para solicitar asistencia y gestionar lo que creían era el levantamiento de un cuerpo.
La escena que se vivió a continuación, esperando a las autoridades, fue de respetuosa solemnidad, con veladoras iluminando el supuesto último descanso del hombre. Sin embargo, la llegada del equipo de emergencias trajo consigo un giro inesperado: el hombre no estaba muerto, sino profundamente dormido, tras haber consumido alcohol en exceso.
Al ser reanimado por los paramédicos, el hombre recuperó la conciencia y confirmó que se encontraba en buen estado de salud, más allá de su evidente estado de ebriedad. Tras verificar que no requería atención médica adicional, los servicios de rescate se retiraron del lugar, dejando atrás una comunidad aliviada y, sin duda, algo avergonzada por el error.
Este peculiar suceso ha resonado en Reynosa como un recordatorio de que, en ocasiones, las apariencias pueden ser engañosas. Afortunadamente, esta historia tuvo un desenlace menos trágico de lo anticipado, y el protagonista involuntario de esta velada pudo regresar a casa, sano y salvo.