🔴 Ejecutan a empresario naranjero en Veracruz 🍊💥; comando armado asesina a Javier Vargas Arias mientras trabajaba en Álamo Temapache — el segundo crimen contra líderes citrícolas en menos de una semana 🚨⚠️

El empresario citrícola Javier Vargas Arias fue asesinado a balazos la mañana de este jueves en el bulevar Al Ídol, ubicado en el Ejido Jardín Nuevo, del municipio de Álamo Temapache, Veracruz.

De acuerdo con los primeros reportes, un comando armado arribó al sitio a bordo de una camioneta blanca, de la cual descendieron varios sujetos que dispararon en repetidas ocasiones contra el empresario mientras se encontraba desempeñando sus labores. Tras el ataque, los agresores huyeron del lugar sin dejar rastro.

Un familiar de la víctima trasladó de inmediato a Javier Vargas al Hospital General de Álamo Temapache; sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, falleció minutos después a causa de las heridas provocadas por los impactos de bala.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz (SSP) acudieron al sitio para realizar el acordonamiento del área y dar inicio a las investigaciones correspondientes que permitan ubicar y detener a los responsables del crimen.

Javier Vargas Arias era reconocido en la región por su actividad en la compra y venta de naranja, uno de los sectores más productivos del norte veracruzano. Su asesinato ha causado consternación entre productores agrícolas y empresarios citrícolas, quienes exigen mayor seguridad ante la creciente violencia en el estado.

Este homicidio se suma al del también empresario del sector citrícola Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA), quien fue ejecutado recientemente en Michoacán, lo que ha encendido alertas sobre una posible ola de violencia contra productores del sector agrícola.

Hasta el momento, dos personas han sido detenidas por su presunta relación con el asesinato de Bravo Manríquez, mientras que en el caso de Vargas Arias las autoridades aún no reportan detenidos.

El crimen del empresario naranjero representa un nuevo golpe a la seguridad en el estado de Veracruz y pone de relieve la vulnerabilidad del sector agroindustrial ante el incremento de la delincuencia organizada.