Risaralda, Colombia — El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) informó que la niña indígena que fue víctima de violencia física en una comunidad del departamento de Risaralda se encuentra “estable y bajo atención médica especializada”. La menor está siendo resguardada en un lugar de paso mientras las autoridades competentes determinan la medida de protección más adecuada.
Según el ICBF, un equipo interdisciplinario ha acompañado el proceso, brindando atención tanto a la niña como a su madre —quien también es menor de edad— en el marco de un enfoque diferencial que reconoce y respeta la identidad cultural de su comunidad.
Sin embargo, organizaciones indígenas han manifestado su preocupación por la posible vulneración de la jurisdicción especial indígena. La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de Colombia (ONIC) advirtió que separar a la menor de su entorno cultural podría representar una afectación adicional a sus derechos.
Este caso reabre un debate necesario: ¿cómo garantizar el interés superior del niño sin desconocer las formas propias de justicia y crianza de los pueblos indígenas?
En Colombia, la Constitución reconoce la autonomía de los pueblos originarios para aplicar sus sistemas normativos, siempre que no se vulneren derechos fundamentales. Por eso, diversos sectores sociales y defensores de derechos humanos exigen que las decisiones institucionales se adopten en diálogo con las autoridades indígenas, promoviendo medidas que protejan a las víctimas sin desarraigarlas de su contexto cultural.
Desde Poder Ciudadano Radio hacemos un llamado a la acción ética de las instituciones del Estado: la protección de la niñez indígena debe garantizar vida, salud e integridad, pero también cultura, comunidad y dignidad.