En un país profundamente marcado por las tragedias relacionadas con el narcotráfico, la polémica en torno al musical Emilia Pérez, dirigido por el cineasta francés Jacques Audiard, ha encendido un debate que trasciende lo cinematográfico. Un grupo de ciudadanos mexicanos, a través de la plataforma Change.org, ha iniciado una petición para cancelar su estreno en el país, argumentando que la película minimiza el impacto devastador del narcotráfico en la vida de miles de familias mexicanas.
Una trama controvertida
El largometraje, aclamado en el Festival de Cannes con el Premio del Jurado y considerado una fuerte apuesta de Netflix para la temporada de premios, narra la historia de un narcotraficante que, tras someterse a una cirugía de cambio de sexo, busca redimirse de su pasado. Sin embargo, para muchos, este enfoque resulta una «burla» a la realidad de miles de mexicanos que enfrentan el dolor de la violencia, desapariciones y la corrupción relacionada con el crimen organizado.
“La película trivializa el problema de los desaparecidos en México, presenta a actores cantando y bailando sobre la violencia que vivimos, incluso sobre la brutal forma en la que los narcotraficantes deshacen los cuerpos de sus víctimas. Es una falta de respeto para las madres buscadoras, activistas y los familiares de las más de 120 mil personas desaparecidas en el país”, declaró Artemisa Belmonte, activista de Ciudad Juárez y una de las impulsoras de la petición.
El arte y la ética en conflicto
Emilia Pérez enfrenta críticas severas por lo que algunos perciben como una glorificación de un criminal, ignorando el contexto de inseguridad y sufrimiento en México. «La película lucra con lo fácil que sería encontrar a los desaparecidos si apeláramos a la conciencia de los criminales. Esto ignora los peligros, las amenazas y el abandono gubernamental que enfrentan las familias y los activistas», agregó Belmonte.
El debate pone sobre la mesa una cuestión compleja: ¿debe el arte ser un reflejo de la realidad sin importar las implicaciones éticas, o tiene una responsabilidad moral hacia las víctimas de la violencia?
La sociedad toma acción
En menos de 72 horas, la petición en Change.org ha alcanzado miles de firmas y generado un amplio debate en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes defienden la libertad creativa del director y aquellos que exigen sensibilidad hacia las víctimas.
Por otro lado, colectivos de derechos humanos han señalado que esta película no solo trivializa el narcotráfico, sino que también perpetúa estereotipos que normalizan la violencia, lo que consideran «sumamente peligroso» en un país donde las cifras de desapariciones forzadas siguen en aumento.
¿Qué pasará con el estreno?
Hasta el momento, ni Netflix ni los productores de Emilia Pérez han emitido un comunicado oficial sobre la petición. Sin embargo, el eco mediático y la presión social podrían influir en el destino del estreno en cines nacionales.
Tu voz importa
Este caso pone de manifiesto el poder de la ciudadanía en la era digital para influir en decisiones culturales y comerciales. Si deseas unirte al debate, la petición sigue activa en Change.org, y las redes sociales han sido el principal foro para expresar opiniones al respecto.