Alma, la mujer condenada a 40 años de prisión por participar en una tanda: ¿Justicia o injusticia?
Teoloyucan, Estado de México – En un caso que ha generado controversia y llamado la atención de organizaciones civiles y activistas, Alma, una mujer de 39 años, madre soltera de tres hijos, fue condenada a 40 años de prisión por el delito de extorsión tras haber participado en una tanda, una práctica común en México como forma de ahorro colectivo. Este hecho ha levantado preguntas sobre si la sentencia es justa o si existen otros factores en juego, como una posible motivación personal detrás de la denuncia.
¿Qué ocurrió? Los hechos detrás de la condena
El 28 de abril de 2023, Alma acudió a la casa de su vecina para cobrar el dinero que le correspondía tras participar en una tanda. Las tandas son sistemas informales de ahorro donde los participantes aportan una cantidad fija de dinero, y de manera rotativa, uno de ellos recibe la suma total en cada ronda. Lo que para Alma debía ser un cobro legítimo terminó en una **acusación de extorsión** por parte de la organizadora de la tanda. En lugar de recibir el dinero que le correspondía, Alma fue arrestada en su vecindario, acusada de exigir el pago bajo amenazas.
Según la defensa de Alma, encabezada por Mariel Beldaño García, la denuncia no tiene fundamento sólido y parece estar motivada por conflictos personales entre ambas mujeres. La abogada sostiene que Alma solo reclamaba lo que por acuerdo debía recibir y que la acusación de extorsión es infundada.
Una condena polémica: ¿Extorsión o conflicto personal?
El testimonio de la denunciante, apoyado por el testigo clave, su esposo, y un policía que participó en la detención, fue suficiente para que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) lograra que se vinculara a Alma a proceso y finalmente se le condenara a 40 años de prisión, una sentencia extremadamente severa para este tipo de situaciones. La Fiscalía argumenta que Alma obligó a la denunciante a entregarle mil pesos bajo coacción, lo que configura el delito de extorsión. Sin embargo, la defensa y diversas organizaciones civiles argumentan que no existe prueba contundente de una amenaza o acto de coacción.
Seguimos pagando la indolencia e inhumanidad de las personas que imparten justicia, encarcelan y sentencian las necesidades de sectores que viven en la pobreza.
Alma Delia fue sentenciada a 40 años de prisión por el delito que según cometió.👇https://t.co/hRrsv5Oxqt pic.twitter.com/BckqiSSd9o— Mujeres Unidas X la Libertad, México, A.C. (@unidas_la) August 26, 2024
La organización Mujeres Unidas X La Libertad A.C., dedicada a apoyar a personas que enfrentan procesos judiciales irregulares, ha tomado el caso de Alma. **Betty Maldonado**, fundadora de la organización, expresó su preocupación sobre la falta de pruebas concluyentes en el caso y ha señalado que Alma parece ser víctima de un sistema judicial que no siempre es imparcial y que tiende a castigar con dureza a personas en situación de vulnerabilidad.
“Lo que ocurrió con Alma no tiene sentido. Fue invitada a una tanda, participó, y al reclamar lo que le correspondía, fue detenida. Nos parece que esta denuncia tiene motivaciones personales y no debería haberse llevado a cabo de esta forma”, señaló Maldonado.
El contexto de Alma: Una madre trabajadora y vulnerable
Alma es una mujer que ha enfrentado dificultades a lo largo de su vida. Madre soltera de tres hijos y con estudios limitados hasta la secundaria, ha trabajado en distintos oficios, desde empleada doméstica hasta albañil, para sacar adelante a su familia. Su vecindad con la denunciante se remonta a más de 13 años, y según su defensa, ambas se conocían bien. Este largo historial de convivencia ha generado sospechas sobre posibles problemas personales que habrían motivado la denuncia, una cuestión que la defensa ha resaltado durante el proceso judicial.
El caso de Alma no es solo una cuestión legal, sino también social. Las tandas son una práctica muy extendida en México, especialmente en comunidades de bajos recursos, donde el acceso a servicios financieros formales es limitado. Lo que para muchos es una forma de ahorro y apoyo mutuo se ha convertido en un caso judicial que podría tener repercusiones para la vida de Alma y su familia por las próximas cuatro décadas.
Organizaciones civiles alzan la voz: El apoyo a Alma crece
El caso de Alma ha despertado la movilización de colectivos y organizaciones que luchan contra las injusticias judiciales en México. Estas organizaciones han denunciado que la sentencia impuesta es desproporcionada en comparación con el supuesto delito y que existen serias dudas sobre la legitimidad del proceso. **Mujeres Unidas X La Libertad A.C.** ha comenzado una campaña para visibilizar la situación de Alma, y ya están en conversaciones con otros grupos para sumar apoyo legal y social.
La abogada de Alma, Mariel Beldaño, sostiene que el caso carece de fundamento y ha anunciado que presentará una apelación. “Estamos ante un caso donde se está criminalizando una práctica social aceptada, y donde la falta de pruebas debería ser suficiente para que Alma recupere su libertad”, explicó la defensora.
Una reflexión sobre el acceso a la justicia en México
Este caso pone en el centro del debate la realidad de muchas mujeres en México que, enfrentando situaciones de vulnerabilidad, deben enfrentarse a un sistema judicial que, en ocasiones, parece castigar de manera desproporcionada a los sectores más débiles. La sentencia de Alma ha generado cuestionamientos sobre si la justicia se está aplicando de manera imparcial y si realmente existió el delito por el cual fue condenada.
Mientras la apelación sigue su curso, la familia de Alma y las organizaciones que la apoyan buscan no solo su liberación, sino también que este caso sirva para visibilizar las fallas en el sistema judicial, particularmente cuando se trata de personas en situación de pobreza o con escaso acceso a defensa legal adecuada.
Conclusión: Un caso que invita a la reflexión
El caso de Alma no es solo un ejemplo de las fallas del sistema judicial, sino también una llamada de atención sobre la necesidad de garantizar que las leyes se apliquen de manera justa y equitativa para todos. La condena de 40 años por un supuesto delito relacionado con una tanda genera serias dudas sobre la proporcionalidad de la justicia en México y deja abierta la pregunta: ¿qué tan justa es nuestra justicia?
Fuente: Poder Ciudadano