Un total de 5% de los papas se han llamado León; lleva un simbolismo poderoso en la tradición cristiana, pues está asociado con figuras como San Marcos
El recién elegido papa Robert Francis Prevost, el primero de origen estadounidense en la historia de la Iglesia Católica, ha sorprendido al mundo al elegir como nombre papal León XIV, retomando una de las identidades más simbólicas y poderosas dentro de la tradición cristiana.
Aunque el nombre «León» no es el más frecuente entre los pontífices (solo un 5% lo han utilizado), su carga histórica y espiritual es profunda. Esta decisión no solo remite al legado de papas emblemáticos, sino que también marca una línea ideológica clara: el nuevo papa estaría inspirándose en León XIII, una figura clave en el pensamiento social católico moderno.
¿Quién fue León XIII, el papa que inspiró este nombre?
Nacido como Vincenzo Gioacchino Pecci, León XIII fue el papa número 256 de la Iglesia Católica, liderando entre 1878 y 1903. Su papado fue uno de los más largos de la historia moderna y se caracterizó por intentar reconciliar la fe con los desafíos del mundo moderno. Su encíclica Rerum Novarum (1891) es considerada el fundamento de la Doctrina Social de la Iglesia, abogando por los derechos de los trabajadores, criticando tanto al capitalismo salvaje como al socialismo, y promoviendo la justicia social como eje de acción cristiana.
León XIII también destacó por su intelectualismo, apertura al conocimiento y a los archivos vaticanos, así como por fomentar el estudio de la filosofía tomista. Aunque mantuvo tensiones con Italia, fue un hábil diplomático.
Un dato curioso que lo conecta con el mundo moderno: fue el primer papa en ser filmado en video, en 1896, lo que lo convierte en la persona con la fecha de nacimiento más antigua registrada en imágenes en movimiento.
¿Qué simboliza el nombre “León” en la Iglesia?
El nombre León evoca también la figura de San León Magno (León I), papa entre 440 y 461, célebre por su papel en el Concilio de Calcedonia y por haber negociado directamente con Atila el Huno para evitar el saqueo de Roma. Fue el primero en recibir el título de “Magno” y es considerado uno de los más influyentes padres de la Iglesia.
En términos simbólicos, “León” está vinculado al León de Judá, símbolo mesiánico asociado con Cristo, así como a San Marcos, evangelista que es representado por un león alado. La elección del nombre puede interpretarse como un gesto de fortaleza, liderazgo y defensa de la fe ante las adversidades contemporáneas.
Un mensaje a través del nombre
Al adoptar el nombre León XIV, el nuevo papa no solo rinde homenaje a dos figuras históricas de enorme peso, sino que traza una ruta clara hacia una Iglesia que profundice en la justicia social, tal como lo hizo León XIII, pero adaptada a los desafíos del siglo XXI: la desigualdad, la migración, el cambio climático y la exclusión.
Con este nombre, Prevost parecería también continuar el legado del papa Francisco, apostando por una Iglesia más cercana a los pobres, más humana, y más comprometida con las causas sociales.
El rugido de León XIV apenas comienza, y ya resuena con fuerza en los pasillos del Vaticano.