El caso del asesinato del empresario uruguayo Gonzalo Aguiar ha dado un giro radical tras la filtración de mensajes enviados por el fallecido horas antes de su muerte, en los que amenazaba a su entonces esposa, Romina Camejo, de 26 años. Los nuevos elementos sugieren que el homicidio, ocurrido el pasado 26 de febrero en la ciudad de Punta del Este, podría haber sido un acto de defensa propia.
Los hechos
El empresario fue asesinado a tiros dentro de su hogar. En un principio, las investigaciones apuntaron a un homicidio premeditado por parte de Camejo. Sin embargo, nuevas pruebas extraídas del teléfono de Aguiar revelan un patrón de amenazas y violencia. Entre los mensajes encontrados, el empresario escribió: «Voy a ir y le voy a romper la cabeza, la voy a cortar en pedazos».
El fiscal Sebastián Robles, encargado del caso, detalló que Aguiar irrumpió violentamente en la vivienda durante la madrugada, amenazando con un arma de fuego y reiterando su intención de asesinar a Camejo y llevarse a la hija de ambos. Según el testimonio de la imputada, tras un forcejeo, disparó en varias ocasiones contra su agresor para proteger su vida.
Un historial de violencia y amenazas
Romina Camejo confesó a las autoridades que había sido víctima de violencia de género durante años. Según su declaración, Aguiar tenía un carácter extremadamente violento, consumía drogas y solía amenazarla con armas de fuego. La mujer argumentó que temía por su vida y la de su hija, lo que la llevó a actuar en defensa propia.
El fiscal Robles explicó que «existió por parte de él una agresión ilegítima», basada en las pruebas y los antecedentes de violencia del empresario. Los mensajes y la evidencia recabada indican que el fallecido había anunciado previamente sus intenciones de matarla.
La investigación continúa
A pesar de las nuevas pruebas, el caso sigue bajo investigación para determinar si se trató de un acto legítimo de defensa propia. Según el fiscal, Camejo podría comprobar de manera efectiva las amenazas y agresiones que sufrió a lo largo de su relación con Aguiar.
Este caso ha generado un intenso debate en Uruguay sobre la violencia de género, la defensa propia y las implicaciones legales de los actos cometidos bajo estas circunstancias. La sociedad espera el veredicto final, que podría sentar un precedente importante en casos similares.