Poza Rica, Ver.- Tal como ocurrió en octubre de 1999, la ciudad petrolera volvió a vivir una pesadilla: calles convertidas en ríos, familias atrapadas en sus techos y miles de damnificados. El muro de contención, construido para evitar una tragedia similar, no pudo contener la fuerza del río Cazones, que alcanzó esta madrugada los 8.50 metros de altura.
Durante la madrugada de este viernes, Protección Civil y Petróleos Mexicanos (Pemex) activaron alertas por la crítica situación. Colonias aledañas al río permanecen completamente inundadas, mientras que cuerpos de emergencia trabajan intensamente para rescatar a quienes permanecen atrapados.
Miles de familias han perdido todo, desde sus viviendas hasta sus pertenencias, y muchas fueron trasladadas a refugios temporales, mientras otras buscan resguardo con familiares en zonas más altas. La emergencia se agrava por el cierre total de accesos y salidas de la ciudad, además de reportes de compras de pánico y rapiñas en algunos establecimientos.
En redes sociales, los pozarricenses muestran la magnitud de la inundación y solicitan ayuda para personas atrapadas en casas o vehículos. Familiares fuera de la ciudad buscan contactar a sus seres queridos ante la incertidumbre de su paradero.
Las autoridades exhortan a la población a permanecer en lugares seguros y seguir las indicaciones de Protección Civil mientras continúa la atención de esta devastadora emergencia.