Querétaro, Qro. – A pocos días de celebrar las fiestas patrias, las calles de Querétaro comienzan a llenarse de carritos y puestos que ofrecen los tradicionales productos en colores verde, blanco y rojo: banderas, trajes típicos y rehiletes. Sin embargo, algo que ha llamado la atención de los ciudadanos es que algunas tiendas ya exhiben decoraciones para el Día de Muertos y, en algunos casos, incluso productos navideños. Este fenómeno ha despertado diversas opiniones entre los habitantes, quienes se preguntan si la anticipación de estas festividades está cambiando la forma en que percibimos el paso del tiempo.
La rapidez del tiempo marcada por la mercadotecnia
Mientras las celebraciones patrias se acercan, algunos han expresado su incomodidad al ver cómo productos de otras festividades ya están disponibles en los estantes. Desde pan de muerto en las panaderías hasta adornos navideños en los supermercados, muchos consideran que esta anticipación comercial provoca una sensación de que el tiempo avanza demasiado rápido, lo que afecta la manera en que se disfrutan las festividades.
Un ciudadano comentó que es importante disfrutar de cada temporada, en lugar de superponer una festividad sobre otra. “Aún no es 15 de septiembre y ya hay productos de Día de Muertos y Navidad. Parece que todo pasa más rápido de lo que debería”, señaló. Esta opinión refleja una sensación compartida por quienes sienten que, al apresurar las ventas, se pierde el valor de cada celebración.
La economía en movimiento: una perspectiva positiva
Por otro lado, hay quienes ven con buenos ojos este adelanto, argumentando que beneficia la economía local y permite a las personas organizar mejor sus gastos. “Es una forma de mantener la economía activa, y ayuda a que las familias puedan comprar por adelantado y ahorrar para las festividades que se aproximan”, afirmó otro residente.
Este punto de vista destaca que la mercadotecnia detrás de estas ventas anticipadas no solo responde a la demanda de los consumidores, sino también a la necesidad de mantener un flujo económico constante en la ciudad. Además, muchos consideran que planificar las compras con tiempo permite a las familias evitar aglomeraciones y aprovechar las promociones, especialmente en un contexto donde los precios tienden a elevarse durante las festividades.
El impacto en las tradiciones y el significado de las festividades
El debate no es solo económico, sino también cultural. Las festividades como el Día de Muertos y la Navidad tienen un profundo significado en la cultura mexicana, y el hecho de que los productos relacionados con estas fechas se comercialicen tan anticipadamente puede afectar la forma en que las personas experimentan y valoran estas celebraciones.
Algunos señalan que el ver adornos navideños y productos de Día de Muertos antes de que haya pasado el Grito de Independencia genera una desconexión con el valor original de estas tradiciones. Sin embargo, desde el punto de vista del mercado, esta práctica es vista como una manera de adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, donde la planificación y el ahorro se han vuelto esenciales para muchas familias.
Una reflexión sobre cómo percibimos el tiempo
Este fenómeno ha abierto una discusión más amplia sobre cómo la sociedad moderna percibe el paso del tiempo. En un mundo donde las actividades y obligaciones diarias se acumulan, las tiendas parecen responder a la necesidad de adelantarse a lo que viene. Sin embargo, esto también plantea la pregunta de si estamos disfrutando cada festividad de manera auténtica, o si estamos constantemente pensando en la siguiente.
Para algunas personas, la aceleración de las ventas comerciales hace que parezca que el año avanza sin pausa, lo que genera una sensación de vivir apresuradamente. Para otros, es una oportunidad de organizarse mejor y de disfrutar las festividades sin preocupaciones de último momento.
El reto de balancear las tradiciones con el consumo
A medida que el comercio sigue adaptándose a las demandas del mercado, el reto para las tiendas será encontrar un equilibrio que permita a los consumidores disfrutar plenamente de cada festividad, sin saturar los estantes con productos que parecen adelantarse demasiado. Las tradiciones mexicanas, ricas en historia y cultura, merecen ser celebradas en su debido momento, y parte de ese disfrute implica poder vivir cada una con la calma que merece.
Mientras tanto, los consumidores tienen el poder de decidir cómo y cuándo participar en estas dinámicas de consumo. Ya sea comprando productos con anticipación o esperando a que llegue el momento adecuado, lo importante es mantener el valor y el respeto por las tradiciones que nos definen como sociedad.