Puebla, Pue. — La violencia que cobró la vida de la bailarina cubana Elianis Betsalie Martínez continúa revelando nuevos responsables. Autoridades de Puebla confirmaron la detención de César “N.”, un joven de apenas 19 años, identificado como el cuarto implicado en el ataque incendiario contra el bar “Lacoss”, ocurrido la madrugada del 18 de noviembre.
De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía General del Estado de Puebla, la captura fue resultado de labores de inteligencia, análisis de información y trabajo de campo, que derivaron en un operativo interinstitucional con participación de la Marina, el Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal.
El arresto se llevó a cabo durante la madrugada del 11 de diciembre, tras un cateo en un domicilio ubicado en San Martín Texmelucan, donde el joven fue localizado y puesto a disposición de un Juez de Control, acusado de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
🔥 Un ataque que dejó siete muertos
Con esta detención, ya suman cuatro personas arrestadas por el ataque que dejó siete personas fallecidas, entre ellas Elianis Betsalie Martínez, además de varios trabajadores del establecimiento.
De acuerdo con reportes periodísticos, César “N.” habría participado directamente en el incendio, el cual convirtió el centro nocturno en una trampa mortal, impidiendo la salida de quienes se encontraban en el interior.
Las investigaciones continúan abiertas y, según autoridades, no se descartan más detenciones. Dos líneas principales siguen siendo analizadas: narcomenudeo y cobro de piso, una forma de extorsión que, de acuerdo con testigos, habría sido el móvil del ataque.
“Eso les pasa por no pagar”, habrían advertido los agresores antes de prender fuego al lugar.
🕯️ El rostro humano de la tragedia
El caso de Elianis Betsalie Martínez ha generado especial impacto dentro y fuera de México. Migrante cubana, madre de un niño pequeño y principal sostén económico de su familia en Holguín, falleció intoxicada por monóxido de carbono, atrapada entre las llamas.
Tras su muerte, sus padres identificaron el cuerpo por videollamada, viajaron a México con visas humanitarias y posteriormente enfrentaron dificultades para repatriar las cenizas, ante la falta de recursos, pese a promesas iniciales de apoyo oficial.
Antes de la detención de César “N.”, ya habían sido capturados:
- Gabriel “N.”, alias “El Tato”, presunto autor intelectual
- Alejandro “N.”, alias “El Pelón”, con antecedentes delictivos
- Isabel “N.”, señalada como una de las autoras materiales
El caso se mantiene como un crudo recordatorio de la vulnerabilidad de migrantes en México, expuestos a la violencia criminal, la extorsión y la precariedad, incluso en espacios de trabajo.
