La violencia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, alcanzó un nuevo nivel de terror. un estremecedor testimonio acompañado de imágenes que muestran a tres sicarios del Cártel del Noreste / Zetas (CDN/Z), fuertemente armados, custodiando a varias personas privadas de su libertad: hombres, mujeres y menores de edad, incluidos niños.
Según la información, el múltiple levantón habría ocurrido en los últimos días en esta ciudad fronteriza, donde el CDN/Z mantiene un férreo control territorial. La organización criminal, debilitada tras perder un número importante de integrantes en su guerra fallida contra el gobierno de Nuevo León, estaría recurriendo a reclutamientos forzados para reponer sus filas, secuestrando no solo a habitantes de la ciudad, sino también a migrantes, personas deportadas y transeúntes vulnerables.
📍 Nuevo Laredo: Plaza caliente y bajo asedio
La ubicación de Nuevo Laredo, ciudad hermana de Laredo, Texas, la convierte en una de las “plazas” más estratégicas para el tráfico de migrantes y actividades ilícitas. Sin embargo, el reporte señala que desde hace meses el CDN/Z intenta expulsar a la SEDENA de la ciudad, lanzando campañas de desprestigio contra elementos militares a través de redes sociales y páginas digitales afines al grupo criminal.
No sería la primera vez que emplean esta táctica: años atrás lo hicieron contra la SEMAR, supuestamente con apoyo del autodenominado defensor de derechos humanos Raymundo Ramos, a quien acusan de tener vínculos con la organización.
⚠ Urgente llamado a las autoridades
Se exige la atención inmediata de las autoridades federales y estatales, incluyendo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y al propio Secretario de Seguridad Omar García Harfuch, para que volteen la mirada hacia esta zona fronteriza, donde la población vive bajo una constante amenaza de secuestros, violencia y reclutamientos forzados.
🔴 Mientras tanto, los habitantes de Nuevo Laredo viven atrapados entre el miedo y la impunidad, en una guerra no declarada donde las víctimas más vulnerables —incluidos niños— siguen desapareciendo sin dejar rastro.