Poder Ciudadano | 14 de abril de 2025
TORREÓN, COAHUILA.– El rostro más oscuro del poder volvió a mostrarse en Torreón. Dos periodistas fueron agredidas brutalmente por elementos del Grupo de Reacción Torreón (GRT) mientras documentaban una protesta ciudadana pacífica. Las comunicadoras solo hacían su trabajo , pero eso bastó para convertirse en blanco de violencia institucional.
La protesta, realizada el pasado 9 de abril por habitantes del ejido Nuevo Mieleras , exigía justicia por el asesinato de Rolando Medina , un joven de la comunidad que habría sido finalizado por un agente del GRT durante un violento desalojo ocurrido el 7 de abril .
📹 PERIODISTAS AGREDIDAS MIENTRAS INFORMABAN
Las comunicadoras cubrían la protesta cuando fueron golpeadas, empujadas e intimidadas por policías municipales y miembros del GRT, algunos sin placas visibles ni identificación oficial . El acto fue registrado en video y generó una ola de repudio en medios y organizaciones.
✊ ARTÍCULO 19 EXIGE ALTO A LA IMPUNIDAD
Este 14 de abril , la reconocida organización internacional Artículo 19 emitió un pronunciamiento urgente en el que condena la agresión y exige justicia inmediata . Además, pidió al alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González , que rinda cuentas y colabore plenamente con las investigaciones.
«La libertad de prensa no se negocia. Exigimos sanciones contra los agresores y garantías para que los periodistas puedan informar sin miedo ni censura», sentenció la organización.
La Asociación Comunicación e Información de la Mujer (Cimac) también se sumó al reclamo, recordando que las mujeres periodistas enfrentan doble riesgo por su género y laboral.
😡 EL MISMO GRT, EL MISMO MIEDO
Este no es el primer caso en que el GRT está señalado por uso excesivo de la fuerza, represión y presuntos abusos de autoridad. La protesta del 9 de abril, que se realizó de forma pacífica , fue interrumpida con violencia, según los testimonios, en un intento claro por llamar las voces de quienes exigen justicia.
📢 ¿QUIÉN PROTEGE A QUIENES INFORMAN?
Mientras el crimen organizado y los abusos policiales crecen, los periodistas siguen trabajando en condiciones de riesgo extremo. Hoy fueron dos reporteras en Torreón, pero mañana puede ser cualquiera que alce la voz.