17 familiares de “El Chapo” se entregan en EE.UU. a un mes del juicio de Ovidio; entre ellos la mamá de Ovidio, Griselda López, una hija del capo y varios sobrinos; crecen rumores de un acuerdo con autoridades estadounidenses

A tan solo semanas de que inicie el juicio contra Ovidio Guzmán, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, 17 de sus familiares más cercanos se entregaron voluntariamente a las autoridades de Estados Unidos, en lo que podría ser parte de un acuerdo de colaboración legal o estrategia judicial.

Entre las personas que se entregaron se encuentra Griselda López Pérez, madre de Ovidio Guzmán, así como una hija de “El Chapo” y varios sobrinos del capo sinaloense, de acuerdo con información extraoficial difundida por fuentes cercanas al caso.

Los familiares fueron asegurados por autoridades estadounidenses tras cruzar a territorio norteamericano, y actualmente se encuentran bajo resguardo del FBI, aunque no se han hecho públicas sus identidades completas ni los términos bajo los cuales se produjo su entrega.

¿Acuerdo legal o maniobra del Cártel?

La entrega se da a tan solo un mes del juicio federal que enfrentará Ovidio Guzmán por cargos de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado, lo que ha encendido especulaciones sobre una posible negociación con autoridades estadounidenses, ya sea en calidad de testigos protegidos o como parte de una estrategia para reducir sentencias.

Analistas en seguridad no descartan que esta acción también responda a una jugada interna del propio Cártel de Sinaloa, ya sea para proteger a familiares o como medida de presión en medio del proceso judicial.

“La entrega de 17 miembros de la familia Guzmán no es un movimiento menor. Implica coordinación, posible negociación, y tendrá impacto en el juicio de Ovidio”, señalaron fuentes de seguridad internacional.

México guarda silencio

Hasta el momento, el gobierno mexicano no ha emitido ninguna declaración oficial respecto a esta entrega masiva, pese a que se trata de familiares directos de uno de los narcotraficantes más emblemáticos del país.

Las autoridades estadounidenses, en tanto, han reforzado las medidas de seguridad en torno al proceso judicial, mientras se espera que en los próximos días se determine si alguno de los familiares fungirá como testigo clave.