León, Gto.– La indignación ciudadana se desató en redes sociales luego de que se difundiera un video donde inspectores y policías municipales son captados arremetiendo contra un menor de edad, cuyo “delito” era vender tamales en la vía pública para apoyar económicamente a su familia.
Testigos relatan que el pequeño, acompañado de una bicicleta adaptada para vender sus productos, fue interceptado por personal de inspección, quienes exigieron que se retirara. Sin embargo, en lugar de actuar con sensibilidad ante la evidente situación de necesidad, los funcionarios optaron por retirarle la mercancía y discutir de manera hostil con él.
La escena fue grabada por transeúntes y rápidamente se volvió viral. Usuarios indignados bautizaron a los involucrados como “hambreados”, acusándolos de abusar de su autoridad contra alguien en total desventaja.
El hecho ha abierto un fuerte debate: mientras algunos señalan que “la ley es la ley” y que vender sin permiso es una falta administrativa, la gran mayoría cuestiona la falta de empatía de las autoridades frente a un niño trabajador que solo intentaba llevar un poco de dinero a su hogar.
Organizaciones y ciudadanos han exigido una disculpa pública y medidas contra los inspectores y policías implicados, recordando que la función del gobierno debería ser proteger, no humillar ni despojar.
