Internacional. — A medida que 2025 entra en su recta final, resurgen en redes sociales y medios internacionales las comparaciones entre supuestas profecías de Nostradamus y Baba Vanga, dos figuras históricas asociadas al misticismo y a la predicción de grandes acontecimientos mundiales.
Aunque no existe evidencia científica que respalde capacidades proféticas, algunas de sus predicciones han sido reinterpretadas a la luz de hechos recientes, alimentando el debate entre coincidencia, ambigüedad y necesidad humana de encontrar sentido al caos.
📜 Nostradamus: textos ambiguos y lecturas modernas
Michel de Nôtre-Dame, conocido como Nostradamus, publicó en 1555 Les Prophéties, una colección de cuartetas deliberadamente crípticas. Historiadores señalan que su lenguaje ambiguo permitía múltiples interpretaciones, evitando persecuciones religiosas.
Para 2025, algunas lecturas contemporáneas apuntan a:
- “Guerras crueles” en Inglaterra, interpretadas hoy como un año marcado por violencia urbana, ataques con cuchillos, ciberataques y amenazas terroristas, aunque sin un conflicto armado convencional.
- La reaparición de una “gran peste del pasado”, que algunos asocian al aumento de virus respiratorios y brotes de influenza, sin que se trate de una pandemia comparable a la peste o al Covid-19.
- Un reordenamiento del poder global, vinculado a tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia, así como al desgaste de la influencia occidental.
- Avances médicos, que sí encuentran correlato real: progresos en vacunas contra la tuberculosis, nuevos tratamientos contra la obesidad y el uso de inteligencia artificial para detección temprana de cáncer.
Otras profecías más alarmistas —como eventos apocalípticos o catástrofes espaciales— no se materializaron, y organismos como la NASA descartan amenazas inmediatas para el planeta.
🌍 Baba Vanga: profecías orales y controversia
Baba Vanga, mística búlgara fallecida en 1996, nunca dejó textos escritos. Sus predicciones fueron transmitidas oralmente y recopiladas por terceros, lo que dificulta verificar su autenticidad.
Entre las profecías atribuidas a ella para 2025 destacan:
- Contacto con vida extraterrestre, descartado por agencias espaciales tras confirmar que objetos interestelares recientes son cometas sin tecnología artificial.
- Terremotos devastadores, un punto que algunos consideran “acertado” tras sismos mortales en Afganistán y Filipinas.
- Una gran guerra en Europa, que no ocurrió como conflicto total, aunque la guerra en Ucrania y la tensión geopolítica mantienen la percepción de inestabilidad.
🧠 ¿Predicciones o reinterpretaciones?
Especialistas coinciden en que muchas de estas “coincidencias” responden a lecturas retroactivas: textos vagos que se adaptan a hechos ya ocurridos. Más que anticipar el futuro, estas narrativas reflejan miedos colectivos, crisis reales y la necesidad humana de encontrar patrones.
Lejos de confirmar poderes sobrenaturales, 2025 deja claro que la incertidumbre global, la violencia y el avance científico explican mejor estos paralelismos que cualquier profecía.

