Una historia que parece sacada de una película de terror digital, pero que es completamente real.
🔴 De “mujer madura y amable”… al rostro de una estafa sin precedentes.
En China, el caso de “Sister Hong” ha estallado como un escándalo sin precedentes. Detrás de ese nombre se escondía Jiao Moumou, un hombre cisgénero de 38 años que durante años construyó una falsa identidad femenina para engañar, grabar sin consentimiento y lucrar con contenido íntimo.
Según revelaron medios asiáticos, Jiao utilizaba pelucas, prótesis de busto, filtros digitales, maquillaje extremo y modificadores de voz para presentarse en redes sociales y apps de citas como una “divorciada madura en busca de encuentros casuales”. Así, logró contactar a más de 1,600 hombres, a quienes seducía con promesas sexuales a cambio de dinero, despensas o electrodomésticos.
Una vez que accedían y acudían a su departamento en la ciudad de Nanjing, los grababa en secreto con cámaras ocultas y luego vendía ese material en sitios de contenido para adultos. 😨
🚨 Fue detenido tras filtración masiva de los videos
Las alarmas se encendieron cuando videos íntimos comenzaron a circular en redes sociales, generando indignación y confusión. La policía del distrito de Nanjing investigó, y el pasado 1 de julio arrestaron a Jiao Moumou. Confirmaron que no era una mujer trans, sino un hombre que suplantó una identidad femenina con fines criminales.
Actualmente enfrenta cargos por:
🔹 Distribución ilegal de contenido sexual
🔹 Grabación sin consentimiento
🔹 Invasión a la privacidad
🔹 Suplantación con fines de lucro
Además, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Nanjing ofreció pruebas médicas gratuitas a quienes temen haber estado en contacto con “Sister Hong”, ante el riesgo de enfermedades de transmisión.
⚠️ NO era una persona trans: colectivos piden frenar discursos transfóbicos
Colectivos LGBT+ han denunciado que Jiao NO es una mujer trans, sino un hombre cisgénero disfrazado para cometer delitos. Advirtieron que el caso ha sido malinterpretado en redes sociales y medios, generando estigmas y discursos transfóbicos.
“El personaje de ‘Sister Hong’ no responde a una identidad de género, sino a una estrategia criminal. No confundamos una estafa con una expresión de género real”, declararon.
📌 Conclusión: una historia de engaño, crimen y reflexión
El caso ha provocado reacciones globales, memes, indignación y hasta debates sobre identidad, consentimiento y vigilancia digital. Lo cierto es que más de mil 600 personas fueron víctimas de un engaño sin precedentes, y el responsable ya está siendo procesado penalmente.
Este episodio deja claro que en la era digital, la apariencia puede ser una máscara peligrosa, y que el consentimiento, la privacidad y la verdad deben ser valores irrenunciables.
