En un gesto de solidaridad y compasión, un hombre anónimo causó una conmovedora impresión en Cintalapa, Chiapas, al llenar ocho carritos de supermercado con artículos esenciales y regalarlos a un grupo de migrantes. El hecho ocurrió fuera de un supermercado local donde el hombre, que no buscaba reconocimiento ni era candidato político, distribuyó pan, agua, galletas, pañales, papel higiénico, cereal y comida para bebé entre hombres, mujeres y niños migrantes.
El reportero Isaín Mandujano, quien documentó el acto, destacó la humildad del benefactor. “Así, solitario como llegó se retiró del lugar, no se tomó fotos, no hubo selfie”, compartió Mandujano en sus redes sociales, subrayando el desinterés del hombre por la atención pública.
Este acto de generosidad ocurre en un contexto donde Chiapas se ha convertido en uno de los principales puntos de entrada para migrantes en México, especialmente para aquellos procedentes de Venezuela, Haití y otras naciones. Según la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, liderada por ACNUR y OIM, actualmente hay aproximadamente 113,000 migrantes venezolanos en México, muchos de los cuales aspiran a alcanzar la frontera norte y cruzar hacia Estados Unidos.
La presencia creciente de migrantes en Chiapas y otras regiones ha exacerbado una crisis humanitaria, destacando la necesidad de actos de solidaridad como el observado en Cintalapa. Este evento no solo alivió las necesidades inmediatas de los migrantes afectados, sino que también sirvió como un poderoso recordatorio de la humanidad compartida y la importancia del apoyo comunitario en tiempos de crisis.
