En las primeras horas del martes 26 de marzo, un trágico incidente sacudió a Baltimore, Estados Unidos, con el colapso de un puente después de que un barco de carga chocara contra él. Entre las seis personas desaparecidas a raíz de este desastre, se encuentran al menos dos ciudadanos mexicanos, según informes preliminares.
Los desaparecidos formaban parte de un grupo de migrantes trabajadores dedicados a la reparación del puente de Francis Scott Key. A medida que continúan las operaciones de rescate, las bajas temperaturas del agua complican la búsqueda y disminuyen las esperanzas de encontrar supervivientes.
Además de los mexicanos, la lista de desaparecidos incluye a dos guatemaltecos, un hondureño y un salvadoreño, aunque sus identidades y estatus legal en Estados Unidos aún no han sido divulgados.
Familiares de los afectados por el colapso del puente han llegado al lugar, esperanzados en recibir noticias positivas sobre el paradero de sus seres queridos. Un previo llamado de auxilio del barco involucrado permitió cerrar el tránsito en el puente, salvando potencialmente muchas vidas, en un acto que el gobernador de Maryland, Wes Moore, calificó de heroico.
El impacto del portacontenedores contra uno de los pilares del puente provocó la caída de una gran sección de la estructura al río Patapsco, un incidente captado por cámaras de videovigilancia. A pesar de las explosiones menores y el rápido derrumbe, equipos de drones, helicópteros y buzos trabajan sin descanso en la búsqueda de víctimas, incluyendo a los obreros en el puente en el momento del accidente.
El presidente Joe Biden describió el suceso como un “terrible accidente” y aseguró que el puente será reconstruido, aunque advirtió que tomará tiempo. Mientras tanto, una persona ha sido hospitalizada en estado crítico y otra más resultó ilesa. Los esfuerzos de búsqueda han revelado indicios de varios vehículos sumergidos, aunque no se ha confirmado su número.
El comisario de policía de Baltimore, Richard Worley, descartó cualquier hipótesis de terrorismo, y el gobernador de Maryland ha declarado el estado de emergencia. El tránsito marítimo permanecerá suspendido hasta nuevo aviso, aunque el puerto sigue operativo para el tránsito de camiones, destacando su importancia como el principal puerto de la costa este de Estados Unidos que se espera reabrir pronto.