Un grupo de aproximadamente 40 empleados del restaurante Fishers House se manifestó esta mañana a las afueras del Centro Cívico de Querétaro, bloqueando por algunos minutos el tránsito en el Libramiento Sur Poniente, para exigir la reapertura inmediata del establecimiento, cerrado desde el pasado 8 de noviembre.
El cierre del restaurante ocurrió tras un incidente en el que un menor de edad sufrió una descarga eléctrica al ingresar a una fuente dentro del lugar. Desde entonces, las autoridades municipales ordenaron clausurar el negocio hasta que se realizaran las modificaciones necesarias para garantizar la seguridad del público.
Los empleados, quienes dependen económicamente del restaurante, señalaron que las reparaciones y adecuaciones solicitadas ya se han llevado a cabo. Sin embargo, denuncian que, pese a cumplir con los requerimientos, la reapertura sigue siendo postergada.
“Llevamos tres semanas escuchando que mañana podremos abrir, pero el día nunca llega, y mientras tanto nuestras familias están siendo afectadas”, expresó uno de los manifestantes.
La protesta refleja la preocupación de los trabajadores por la incertidumbre laboral y económica que enfrentan debido al prolongado cierre. Hacen un llamado a las autoridades para que agilicen el proceso de verificación y den luz verde a la reanudación de actividades del restaurante.