Sara Aldrete lleva más de tres décadas en prisión por su participación en asesinatos en serie.
Sara Aldrete participó en los asesinatos en serie que llevaba a cabo junto con Adolfo de Jesús Constanzo con el fin de realizar sacrificios humanos en el contexto de la Santería y la religión Palo Mayombe mientras estaban involucrados en el tráfico de drogas en la década de 1980 en México.
Adolfo de Jesús, conocido como “El Padrino,” era el líder de la organización criminal y reclutaba a nuevos miembros para ayudar en la consecución de víctimas. Sara, apodada “La Madrina,” se convirtió en la persona más cercana a Constanzo, ya que se interesó por cuestiones religiosas.
Sara Aldrete, apodada “La Narcosatánica,” estaba estudiando arqueología cuando conoció a Adolfo de Jesús Constanzo, lo que la llevó a involucrarse profundamente en la Santería debido al hermetismo que rodea a esta práctica religiosa.
Entre la Santería y el Palo Mayombe, Aldrete compartió detalles de su experiencia en una serie que lleva su apodo, la cual se estrenó en HBO+. En la serie, narra su primer encuentro con las prácticas de “El Padrino,” donde se sintió atraída por los elementos visuales como los collares y los caracoles, lo que la llevó a adentrarse en estas creencias.
Sara Aldrete, conocida como “La Narcosatánica”, relató que Adolfo de Jesús Constanzo comenzó practicando principalmente la Santería, pero gradualmente se adentró en el Palo Mayombe. La Santería, originada en Cuba, implica el culto a deidades con nombres africanos y se caracteriza por el sacrificio de animales para alimentar a los santos con su energía.
Aldrete explicó que hay diversas ramas dentro de estas religiones, incluyendo la Santería y el Palo Mayombe. En el caso de “El Padrino” (Adolfo de Jesús Constanzo), solicitó la ayuda de Elegguá, una deidad conocida como “El abre caminos” que concede lo que se le pide. Sin embargo, según Sara, Constanzo comenzó a realizar sacrificios humanos como muestra de agradecimiento.
La influencia de Sara en este aspecto fue limitada, ya que ella se mostraba reacia a presenciar el sacrificio de animales. Los rituales involucraban torturas y, con los restos de las víctimas, se ofrecían a los seguidores para hacerlos invisibles y más poderosos, según sus afirmaciones. Estos eran los objetivos de las sesiones narcosatánicas llevadas a cabo por la organización liderada por Constanzo.
