La hija más joven de Pepe Aguilar opina que los artistas deben ofrecer al público la mejor preparación posible.

La cantante tiene 18 años.

Ángela Aguilar, reconocida y admirada en el mundo del entretenimiento, heredera de un legado impresionante como hija de Pepe Aguilar y nieta de las leyendas Antonio Aguilar y Flor Silvestre, símbolos del cine de oro y de la música, ha estado bajo el foco de las altas expectativas desde su niñez debido a su notable nivel de preparación profesional.

El talento en Ángela fue anticipado desde su linaje, pero ella sostiene que más allá de tener pasión o un don natural, es esencial cultivarlo y formarse profesionalmente con el fin de ofrecer lo máximo al público, algo que considera un merecimiento. Esta es la convicción de la hija menor del intérprete de «Prometiste», quien se esfuerza por honrar esta creencia en su carrera.

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La destacada intérprete de «En realidad», Ángela Aguilar, ha generado gran admiración por su completa dedicación al arte y su enfoque profesional integral, a pesar de su juventud. Desde los cinco años, Ángela se embarcó en un riguroso entrenamiento vocal con la meta de consolidarse como una artista de talla profesional, lo cual refleja su convicción de que solo quienes realmente poseen habilidad para cantar deberían dedicarse a ello.

En una reciente entrevista con EXA FM, Ángela Aguilar, quien es considerada «La princesa de la música mexicana», provocó revuelo al afirmar que aquellos que carecen de la capacidad para cantar no deberían intentarlo, apuntando especialmente a cómo las tecnologías digitales actuales permiten a muchos producir música sin tener el talento necesario.

Ángela expresó con firmeza: «No deben ser cantantes si no saben cantar. Mis abuelos me enseñaron que si vas a hacer algo, debes hacerlo bien. He estado tomando clases de ópera desde los 5 años, y así debe ser, porque el público merece ese respeto. Si compran un boleto, es porque quieren escucharte cantar en vivo». Esta declaración hace referencia a ciertos artistas que, en la era digital, pueden sonar perfectos en plataformas de streaming, pero decepcionan a sus audiencias en las presentaciones en vivo.

 

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