sábado, julio 27, 2024
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“Saraí, la empleada que sufrió agresión por parte del gerente de Fox Store en Naucalpan, hace un llamado a no guardar silencio.”

Braulio “N”, el agresor, se encuentra detenido en el Penal de Barrientos. La víctima está solicitando que se reclasifique el delito como intento de feminicidio.

Saraí Franco contó la agresión que sufrió en la Fox Store en Naucalpan.

Saraí Franco, quien fue víctima de agresión por parte de Braulio “N”, el antiguo gerente de la tienda Fox Store en Naucalpan, compartió su experiencia sobre el incidente que llevó a su agresión. Durante un problema con la facturación de una compra, que afectaba la posibilidad de Braulio de cumplir con su objetivo de ventas mensuales, se desató el conflicto. “Había confusión con el asunto de las facturas… Una clienta envió un mensaje con un número de ticket incorrecto, y él comenzó a preocuparse, ya que llevaba varios meses sin alcanzar su meta. No estoy segura si fue la preocupación o el estrés lo que lo afectó”, explicó Saraí en una entrevista con Foro TV. Ante la situación, Saraí sugirió solicitar asistencia al departamento de finanzas para resolver el desfase de 414 pesos.

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Durante un momento de tensión en la tienda Fox Store en Naucalpan, Braulio “N” se ausentó hacia una bodega justo cuando se aproximaba la hora de cierre. Saraí, en ese interín, intentaba realizar el corte de caja diario, enfrentándose a inconvenientes con el sistema. Para resolver el problema, solicitó la ayuda de sus compañeros del área de computación, dejando la computadora encendida con la intención de solucionar el problema a primera hora del siguiente día.

En un acto de valentía al romper el silencio sobre el incidente, Saraí compartió cómo comunicó al gerente los problemas técnicos, observando que Braulio comenzaba a mostrar signos de nerviosismo. “Empezó a deambular por la tienda, rompiendo un gancho y una pluma… Le pedí que se calmara, señalando el costo de los objetos dañados”, relató Saraí. La respuesta de Braulio fue confrontativa, preguntándole: “¿Y a ti te cuestan?”, ante lo cual Saraí optó por el silencio, marcando un momento de tensión que precedió a la agresión.

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Después del momento de tensión, el incidente entre Saraí y el gerente Braulio “N” escaló en la zona de cajas de la tienda, punto captado al inicio del video que documenta el suceso. En un intento por calmarlo, Saraí le dio un golpe ligero en el hombro a Braulio. “Y bueno, después todo pasó muy rápido”, afirmó Saraí, describiendo los momentos siguientes con intensidad.

Ella se encontró en el suelo, mientras tres compañeros se esforzaban por detener al gerente, interviniendo en su ayuda. “Lo primero que hice fue tocarme la cara, la sentía extremadamente húmeda; al principio pensé que era sangre, pero eran lágrimas, el sudor del momento”, narró Saraí. A pesar de la confusión y el caos, solicitó a sus compañeros que soltaran al gerente, notando que uno de ellos sostenía una herramienta, utilizada previamente en reparaciones dentro de la tienda. Este acto refleja la preocupación de Saraí por evitar que la situación se intensificara aún más.

 

“Digo en el video que ya lo dejen, pero más preocupada no por él, por ellos para no meterlos en problemas, ya que venían de una empresa externa”, dijo Saraí.

Saraí Franco, con un mensaje firme de empoderamiento tras el ataque que sufrió, insta a otras a no permanecer en silencio. Relató cómo, después de que sus compañeros soltaron a Braulio “N”, él se acercó a donde ella estaba. Acto seguido, Saraí se levantó del suelo y se resguardó detrás de uno de los colegas que intervino en su defensa, momento en el cual Braulio recogió sus pertenencias y abandonó el lugar. La víctima compartió las consecuencias físicas del ataque: su cabeza y ceja inflamadas, el ojo izquierdo morado, y múltiples moretones alrededor de su cintura, evidencia del violento encuentro.

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Saraí Franco ha enfrentado consecuencias profundas más allá de las lesiones físicas, sufriendo impactos significativos en su bienestar emocional y mental tras el ataque. “Lo que más afecta mi estado actual es que no puedo dormir, estoy muy asustada. Al escuchar el ruido de motos o al ver una, comienzo a temblar”, compartió Saraí, quien también mencionó que ha recibido apoyo psicológico por parte del estado para afrontar este trauma. Ella ha presentado una denuncia por lesiones y acoso sexual, pero está en la búsqueda de que el delito sea reclasificado a feminicidio en grado de tentativa, lo cual refleja la gravedad de la agresión que sufrió.

 

“Denuncia por lesiones y, después, en la unidad de género se consideró el acoso. Estamos buscando cambiar el motivo a feminicidio en grado de tentativa”, explicó Saraí, subrayando la importancia de una adecuada clasificación legal del delito que refleje la severidad y la intención detrás del ataque.

A sus 24 años, Saraí Franco envía un poderoso mensaje a otras mujeres que puedan estar viviendo situaciones similares: “Espero que mi caso sirva para darles valentía a otras mujeres. A aquellas que están pasando por lo mismo, las invito a que no se queden calladas”. Este llamado a la acción busca empoderar a las víctimas a denunciar y enfrentar la violencia de género, enfatizando la importancia del apoyo y la solidaridad en la lucha contra la impunidad.

 

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