El misterio fue resuelto con la ayuda de cámaras de seguridad instaladas en el patio de la vivienda donde ocurrieron los acontecimientos.
En un evento sin precedentes en la provincia de Córdoba, Argentina, más precisamente en el barrio de Talleres, un individuo que intentaba huir de la policía tras presuntamente haber cometido un asalto y robo de un vehículo, se suicidó al encontrarse completamente cercado por los agentes.
Inicialmente, se especuló que podrían haber sido los propios oficiales los que dispararon contra él, pero la claridad sobre lo ocurrido vino gracias a las grabaciones de una cámara de seguridad. Esta cámara, situada en la entrada de la residencia donde se desarrollaron los hechos, y que no pertenecía a ninguna de las partes implicadas, fue crucial para esclarecer las circunstancias del suceso.
Individuo se suicida de un disparo al ser acorralado por la policía tras intento de fuga
En una secuencia captada por video, se observa cómo el sujeto ingresa a un domicilio intentando escalar hacia el techo para huir, enfrentándose a un obstáculo insuperable: un techo demasiado alto al cual no logra acceder, resultando en una caída al suelo.
Tras intentar buscar otra vía de escape, el hombre tropieza y cae por segunda vez; en ese momento, opta por ocultarse en el patio de la vivienda. En un acto desesperado para evitar ser capturado por la policía, se dispara en la cabeza, y el video concluye con la rápida inspección del oficial que lo seguía.
El individuo fue identificado como Nicolás Loases, de 35 años, quien formaba parte de la policía local en la brigada de investigaciones. Loases se encontraba bajo una licencia especial debido al inicio de un expediente psiquiátrico, según reportes de medios locales, y se le había restringido el uso de armamento.
El hombre que optó por el suicidio durante su huida era, de hecho, un agente policial
Durante el incidente, Loases agredió a una mujer en la vía pública, a quien posteriormente despojó de su vehículo para darse a la fuga. La víctima reportó inmediatamente el suceso, lo que desencadenó una operación de búsqueda. Gracias al sistema GPS del automóvil, lograron localizar a Loases en la calle Chaviscate, en el barrio de Talleres.
En ningún momento el individuo intentó disparar a los agentes que lo seguían ni buscó defenderse; en cambio, dirigió el arma hacia su propia cabeza y se disparó tres veces, siendo el último tiro el que lo dejó inconsciente. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia por salvarlo, falleció en el hospital.
Este evento se convierte en un descubrimiento crucial para las investigaciones, dado que la atención de los fiscales se había centrado en los oficiales involucrados en la persecución. Existía una sospecha significativa de que los disparos habían sido efectuados por las armas de los policías de la provincia de Córdoba.
